No dudo que se atrevan a hacer santo al pinche papayón, si se atrevieron con el degenerado Rafael de Guizar y Valencia...con eso está dicho todo.
Don Samuel Ruiz
"Estaba entre varias tormentas"
SÍMBOLO. Don Samuel Ruiz, crucial para entender lo que pasó en la rebelión (Foto: ARCHIVO EL UNIVERSAL )Comenta la Nota
Samuel Ruiz fue señalado como incómodo por algunos miembros de la Iglesia católica debido a sus ideas para renovarla y por sus principios a favor de los indígenas.
Para Elio Masferrer, antropólogo de las religiones, Ruiz fue un obispo incómodo para una jerarquía eclesiástica designada en muchos casos por quien fuera nuncio apostólico en México, Girolamo Prigione, y por Marcial Maciel y gente que estaba vinculada a otra línea vaticana, quienes trataron de destruirlo, así como a sus propuestas indigenistas.
Lejos de lograr ese objetivo, tuvo más éxito la política de Ruiz y su gente ahora tiene más fuerza en el mundo indígena que las pretensiones de Prigione y Maciel, por lo que el obispo emérito de San Cristóbal de las Casas puede irse tranquilo, ya que logró sus objetivos y sus detractores acabaron con números rojos, dijo.
"Samuel era un capital simbólico para la Iglesia y eso es evidente en la jerarquía que nunca se atrevió a golpearlo. El único fue Onésimo Cepeda (obispo de Ecatepec), pero es un personaje poco presentable en el panorama eclesiástico", dijo Raúl Vera.
El especialista en religiones Roberto Blancarte considera que el obispo Ruiz "estaba en medio de conflictos internos en la Iglesia y conflictos de la Iglesia con el Estado mexicano y de la Iglesia con distintas élites locales chiapanecas. Es decir, estaba entre varias tormentas".
Blancarte menciona que Ruiz llegó a ser incómodo en el interior de la Iglesia, "porque formaba parte de un grupo de obispos de la Región Pastoral Pacífico Sur, en donde fue convertido por la realidad social, lo cual lo hizo a partir de una sensibilidad respecto a los problemas que estaban teniendo en esa región de Oaxaca y Chiapas y la necesidad de enfrentarlos de una manera distinta de cómo la Iglesia los intentaba enfrentar".
Se ubicó en una vertiente distinta a la de muchos obispos, quienes querían una negociación distinta con las autoridades políticas en torno a la rebelión en Chiapas y a los problemas sociales que se habían hecho más evidentes desde los años 70, por lo que "Samuel Ruiz es un personaje de la Iglesia católica que es crucial para entender lo que pasó en esa rebelión. Jugó ahí un papel importante al no denunciar lo que sabía que estaba pasando, porque él mismo dijo que él no era un soplón, que su trabajo era otro".
Vera, quien acompañó en Chiapas a Ruiz y hasta su muerte, afirmó que deja una herencia espiritual y una escuela con innumerables discípulos que tuvo durante su ministerio de 50 años que cumpliría en estos días.
"Señaló el rumbo de manera muy valiente a través del mundo indígena, de una sociedad incluyente, justa y que valore la dignidad de todos. Nos dejó sujetos de su historia y debemos tomar ahora ese rumbo de un país incluyente, que no permita que los jóvenes que no tienen futuro agarren un arma y se unan a grupos criminales, como sucede ahora", expresó.
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