No creo que sea una colonia de Monterrey, dicen que ahi no existen los pobres jajajajajaja!! ...puro rico. Que raro que envies este correo , cuando dices que a los pobres no hay darles pescado , sino ayudarlos a pescar y hacerlos empresarios... ya ves que dicen que el pobre , es pobre porque quiere y por flojo. Ni modo, asi es la incongruencia.
De hecho, esa "caridad" mediatica , no debería existir, debería prohibirse y el gobierno debiera hacerse cargo por obligación de educar, crear empleos, y asegurarse que a nadie le falte techo , sustento, trabajo, salud, diversión y todo lo necesario.... esa falsa caridad, tipo "kilo de ayuda, inventado por Marcial Maciel, redondeo, inventado por Marta Sahagun por consejo de su tio Marcial Maciel, lo mismo que los "teletones" Juguetones" "becalos" padrino de un niño pobre" etc... es puro cuento, hasta la CRUZ ROJA ya se volvió puro cuento, porque cuando atienden cualquier emergencia cobran, y eso no me lo contaron, yo soy testigo y protagonista de ello. Pero ahi andan en chinga realizando sus millonarias colectas y el dinero se lo chingan. y de pilón cobran. Una de las cosas que mas me encabronó es lo que hicieron los franciscanos en Jalisco. que fundaron una asociación civil, dizque para ayudar a los huicholes, recibieron millones y ni un cinco fué para las comunidades indugenas, todo se convirtio en mansiones, coches del año para los ensotanados, por eso cuando asistí a una asamblea de autoridades huicholas lalada SAN MIGUEL HUAIXTITA , los huicholes le dijeron a fray Bernabé que ya no anduvieran pidiendo dinero a su nombre, porque se quedaban con todo y nada mandaban a los indigenas... Marcial Maciel con ese cuento , acumuló una fortuna de mas 60 000 millones de euros. Repetí tanto lo de "san Marcial Maciel" para que no digas que se me olvidó,
Andrés Contreras " el juglar de los caminos"
To: rjalonso@terra.com.mx
Date: Sat, 24 Dec 2011 17:13:27 +0000
Subject: Los más humildes ..........
From: rjalonso@terra.com.mx
Carolina López
24 Dic. 11
"Los más humildes siempre son los que más ayudan. Los ricos, a veces, suelen prescindir de la caridad para no enfrentarse a la necesidad del prójimo. Como si sintieran culpa, prefieren no enterarse del dolor ajeno".
Este pensamiento de la Madre Teresa lo recordé el miércoles por la mañana al leer en EL NORTE una nota sobre Eloy Hernández Espinoza, un ebanista de la Colonia Granjitas de La Silla, en Guadalupe, quien junta dinero todo el año para comprar juguetes y repartirlos a unos 300 niños de las zonas más humildes de Monterrey.
Entérese usted que hoy, tal como lo hace desde hace seis años, Eloy se vestirá de Santa Clos y saldrá por la tarde de su casa montado en su trineo (un auto decorado con luces navideñas) y tocando villancicos a todo volumen. Luego regresará a casa en la madrugada del 25 de diciembre, al finalizar su entrega de regalos.
Acompañan a este buen hombre sus dos hijas y dos yernos, quienes se ponen una diadema de reno. Y dos nietecitos de 2 y 4 años también van en el trineo disfrazados de duendes.
Mientras la familia reparte los juguetes, Guadalupe Isabel, esposa de Eloy, se queda en casa preparando la cena de Navidad.
La nota firmada por Andrea Menchaca explica además que Eloy, de 51 años de edad, compra los juguetes que darán alegría a todos estos niños, reuniendo fondos durante los 12 meses del año y haciendo la rifa de una chimenea de madera.
Cuando la reportera le pregunta en dónde reparte los juguetes, él responde:
"Vamos a colonias que empiezan, que se ven un poquito más necesitadas".
Y aunque agrega que a veces siente miedo de ir a esos lugares, confía en que las personas saben a lo que ellos van.
"Hasta ahorita, gracias a Dios, no nos ha tocado nada", explica Eloy. "Andamos en la noche y todo, por eso tratamos de ir todos juntos en familia. Vimos (el año pasado) a mucha gente que a lo mejor son chicos malos, pero nos saludaron".
El testimonio de Eloy y su familia es una muestra clara de todo el bien que podemos hacer con tan sólo comprometernos seriamente con nuestros semejantes.
Pasamos el tiempo quejándonos de la crisis social que vivimos y olvidamos que si queremos que nuestra realidad cambie, ser solidarios con los demás es una gran opción para lograrlo.
Sin duda, uno de los problemas actuales más graves es el individualismo. Ese estilo de vida totalmente contrario a la condición humana, que empobrece el espíritu y nos hace fríos y calculadores.
El individualismo además nos llena de excusas para no ayudar ni ser solidarios con los que nos rodean. Nos encierra en nosotros mismos, nos hace egoístas e insensibles para sentir como propio el dolor ajeno.
Pero lo más peligroso de esta forma de vida es que nos lleva a vivir más de las apariencias que de lo que en realidad somos.
¿Y qué somos en realidad, sino simples mortales que nos necesitamos unos a otros para sobrevivir y salir adelante?
Por eso, después de conocer testimonios como el de Eloy Hernández Espinoza, comprendemos mejor por qué decía la Madre Teresa que para servir bien a los pobres tenemos que comprenderlos. Y para comprender su pobreza tenemos que sentirla en carne propia.
Porque al trabajar para ellos uno termina identificándose con ellos. Amándolos más, comprendiéndolos más, perdonándolos más.
"Nuestra vida de pobreza es tan necesaria como nuestro trabajo", decía la religiosa de Calcuta. "Sólo en el cielo veremos cuánto les debemos a nuestros pobres por ayudarnos a amar mejor a Dios a través de ellos".
Querido lector, ojalá que esta Noche Buena frente al Nacimiento, y rodeados de nuestra familia, recordemos que el Niño que está por nacer nos vino a recordar que la pobreza interior y el desapego a los bienes materiales es lo que en verdad nos hará libres y felices.
Por eso don Eloy es tan libre y feliz, porque cada 24 de diciembre por la tarde sale en busca de esa libertad y alegría, de esa Navidad que dura para siempre.
Gracias por su testimonio, Eloy, y gracias por recordarnos el sentido de la verdadera Navidad.
¡Les deseo a todos una feliz y muy cálida Noche Buena y Navidad!
carolina.garza@gmail.com
De hecho, esa "caridad" mediatica , no debería existir, debería prohibirse y el gobierno debiera hacerse cargo por obligación de educar, crear empleos, y asegurarse que a nadie le falte techo , sustento, trabajo, salud, diversión y todo lo necesario.... esa falsa caridad, tipo "kilo de ayuda, inventado por Marcial Maciel, redondeo, inventado por Marta Sahagun por consejo de su tio Marcial Maciel, lo mismo que los "teletones" Juguetones" "becalos" padrino de un niño pobre" etc... es puro cuento, hasta la CRUZ ROJA ya se volvió puro cuento, porque cuando atienden cualquier emergencia cobran, y eso no me lo contaron, yo soy testigo y protagonista de ello. Pero ahi andan en chinga realizando sus millonarias colectas y el dinero se lo chingan. y de pilón cobran. Una de las cosas que mas me encabronó es lo que hicieron los franciscanos en Jalisco. que fundaron una asociación civil, dizque para ayudar a los huicholes, recibieron millones y ni un cinco fué para las comunidades indugenas, todo se convirtio en mansiones, coches del año para los ensotanados, por eso cuando asistí a una asamblea de autoridades huicholas lalada SAN MIGUEL HUAIXTITA , los huicholes le dijeron a fray Bernabé que ya no anduvieran pidiendo dinero a su nombre, porque se quedaban con todo y nada mandaban a los indigenas... Marcial Maciel con ese cuento , acumuló una fortuna de mas 60 000 millones de euros. Repetí tanto lo de "san Marcial Maciel" para que no digas que se me olvidó,
Andrés Contreras " el juglar de los caminos"
To: rjalonso@terra.com.mx
Date: Sat, 24 Dec 2011 17:13:27 +0000
Subject: Los más humildes ..........
From: rjalonso@terra.com.mx
Navidad por siempre |
24 Dic. 11
"Los más humildes siempre son los que más ayudan. Los ricos, a veces, suelen prescindir de la caridad para no enfrentarse a la necesidad del prójimo. Como si sintieran culpa, prefieren no enterarse del dolor ajeno".
Este pensamiento de la Madre Teresa lo recordé el miércoles por la mañana al leer en EL NORTE una nota sobre Eloy Hernández Espinoza, un ebanista de la Colonia Granjitas de La Silla, en Guadalupe, quien junta dinero todo el año para comprar juguetes y repartirlos a unos 300 niños de las zonas más humildes de Monterrey.
Entérese usted que hoy, tal como lo hace desde hace seis años, Eloy se vestirá de Santa Clos y saldrá por la tarde de su casa montado en su trineo (un auto decorado con luces navideñas) y tocando villancicos a todo volumen. Luego regresará a casa en la madrugada del 25 de diciembre, al finalizar su entrega de regalos.
Acompañan a este buen hombre sus dos hijas y dos yernos, quienes se ponen una diadema de reno. Y dos nietecitos de 2 y 4 años también van en el trineo disfrazados de duendes.
Mientras la familia reparte los juguetes, Guadalupe Isabel, esposa de Eloy, se queda en casa preparando la cena de Navidad.
La nota firmada por Andrea Menchaca explica además que Eloy, de 51 años de edad, compra los juguetes que darán alegría a todos estos niños, reuniendo fondos durante los 12 meses del año y haciendo la rifa de una chimenea de madera.
Cuando la reportera le pregunta en dónde reparte los juguetes, él responde:
"Vamos a colonias que empiezan, que se ven un poquito más necesitadas".
Y aunque agrega que a veces siente miedo de ir a esos lugares, confía en que las personas saben a lo que ellos van.
"Hasta ahorita, gracias a Dios, no nos ha tocado nada", explica Eloy. "Andamos en la noche y todo, por eso tratamos de ir todos juntos en familia. Vimos (el año pasado) a mucha gente que a lo mejor son chicos malos, pero nos saludaron".
El testimonio de Eloy y su familia es una muestra clara de todo el bien que podemos hacer con tan sólo comprometernos seriamente con nuestros semejantes.
Pasamos el tiempo quejándonos de la crisis social que vivimos y olvidamos que si queremos que nuestra realidad cambie, ser solidarios con los demás es una gran opción para lograrlo.
Sin duda, uno de los problemas actuales más graves es el individualismo. Ese estilo de vida totalmente contrario a la condición humana, que empobrece el espíritu y nos hace fríos y calculadores.
El individualismo además nos llena de excusas para no ayudar ni ser solidarios con los que nos rodean. Nos encierra en nosotros mismos, nos hace egoístas e insensibles para sentir como propio el dolor ajeno.
Pero lo más peligroso de esta forma de vida es que nos lleva a vivir más de las apariencias que de lo que en realidad somos.
¿Y qué somos en realidad, sino simples mortales que nos necesitamos unos a otros para sobrevivir y salir adelante?
Por eso, después de conocer testimonios como el de Eloy Hernández Espinoza, comprendemos mejor por qué decía la Madre Teresa que para servir bien a los pobres tenemos que comprenderlos. Y para comprender su pobreza tenemos que sentirla en carne propia.
Porque al trabajar para ellos uno termina identificándose con ellos. Amándolos más, comprendiéndolos más, perdonándolos más.
"Nuestra vida de pobreza es tan necesaria como nuestro trabajo", decía la religiosa de Calcuta. "Sólo en el cielo veremos cuánto les debemos a nuestros pobres por ayudarnos a amar mejor a Dios a través de ellos".
Querido lector, ojalá que esta Noche Buena frente al Nacimiento, y rodeados de nuestra familia, recordemos que el Niño que está por nacer nos vino a recordar que la pobreza interior y el desapego a los bienes materiales es lo que en verdad nos hará libres y felices.
Por eso don Eloy es tan libre y feliz, porque cada 24 de diciembre por la tarde sale en busca de esa libertad y alegría, de esa Navidad que dura para siempre.
Gracias por su testimonio, Eloy, y gracias por recordarnos el sentido de la verdadera Navidad.
¡Les deseo a todos una feliz y muy cálida Noche Buena y Navidad!
carolina.garza@gmail.com
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