Recibido y reenviando maestro, un friolento saludo desde el DF!!
La Montaña
UN 16 DE ENERO DE 1974
Oscar Loza Ochoa
Ahora no sólo es el tiempo de gritar.
Irel Faustina Bermejo
Este día jueves 16 estaremos conmemorando el XL aniversario de lo que se llamó el Asalto al Cielo. Hace 40 años un grupo de jóvenes activistas, hartos de tolerar una autoridad sorda, ciega y muda, convocaron a los jornaleros agrícolas de los valles de Culiacán y Guasave a una huelga general reclamando mejores condiciones en el trabajo y una remuneración más justa. Esa convocatoria también llegó a la ciudad de Culiacán en una marcha que atraviesa el puente Almada y arriba a la gran obra de construcción en proceso que era Infonavit Humaya.
Esa jornada que sacudió por algunas semanas al poder económico y político, también aspiró como la Comuna de París a establecer un régimen de los trabajadores. Quizá fue eso lo que verdaderamente pesó a la hora de reprimir al movimiento. Y no es que las posibilidades de un cambio social estuvieran muy a la mano, pero los malos ejemplos pueden ser contagiosos. Cuatro décadas después recordamos ese hecho porque aunque la historia oficial ha intentado borrarlo de sus páginas allí está en la terca memoria de muchos.
Frente a la serie de contrarreformas que hoy ahogan a la Constitución mexicana y cuyos regalos inmediatos ya saboreamos amargamente: el desempleo masivo y el encarecimiento desmedido de la canasta básica, frente a todo ello, es un aliciente pensar en la valentía de un grupo de activistas de la Liga Comunista 23 de septiembre que se atrevieron a disentir, que no callaron ante la impunidad del 2 de octubre de 1968, del 10 de junio de 1971 y de las condiciones en que vivían los trabajadores del campo y la ciudad. No pocos pueden decir hoy, y están en todo su derecho, que reprueban los caminos violentos como vía para resolver los problemas mayores del país. Tampoco nosotros los deseamos, pero hay un valor incuestionable en aquellos jóvenes activistas: no callaron, salieron a protestar y a exigir solución a los problemas de desempleo, de bajos ingresos, de falta de seguridad social y de educación en el país.
Hoy enfrentamos un problema mayor: esas contrarreformas peñanietistas son una entrega de los recursos nuestros y del país mismo a las compañías transnacionales. Y también hay otro problema de la misma magnitud: la clase política se convirtió en cómplice de esa entrega y es incapaz de regresarnos al estatus anterior a las llamadas reformas estructurales. Por eso hay nostalgia al pensar en el coraje de disentir de aquellos jóvenes del 16 de enero de 1974 y de su atrevimiento a decirlo y reclamar con hechos.
El país espera que ese sentimiento social herido por las políticas públicas de hoy, se manifieste sí pacíficamente, pero con la contundencia suficiente para hacerse escuchar e imponer condiciones. México espera que coincidan esos jóvenes que apenas ayer dijeron #YoSoy132, los profes de la CNTE, el SME, los campesinos productores de maíz y frijol que reclaman precios justos para sus cosechas y muchos otros movimientos que perfilan el rostro del México profundo.
Los riesgos de no hacerlo ya están corriendo: los salarios sólo alcanzaron un incremento de 2.50 pesos diarios y los alimentos, los servicios, el gas, la gasolina, la ropa, vivienda, educación y salud, seguirán una carrera alcista. Por otro lado, la entrega del país a intereses extranjeros no ha terminado. La República quedaría postrada si concluyéramos igual que Warren Buffett: "Claro que hay lucha de clases, pero es mi clase, la clase de los ricos, la que está haciendo esta guerra, y estamos ganando."
No apelamos a la memoria del 16 de enero porque seamos adictos a conmemorar las derrotas populares; aunque hayan perdido una batalla aquellos jóvenes, ni sus demandas ni sus sueños fueron derrotados, por eso los convocamos ahora. En cada paso que dimos en la legislación a favor de los derechos humanos de los grupos más vulnerables, allí están ellos. Y su memoria seguramente será el cemento en el que pasado y presente en defensa del derecho a una vida digna y a una patria para todos sea una realidad. Vale.
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Subject: La montaña
Date: Wed, 15 Jan 2014 21:33:34 -0700
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