ESPECIAL CUBA-EE.UU
Llegó Barack Obama a la tierra de Martí y de Fidel (+ Video y Fotos)
El Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, aterrizó en el Aeropuerto Internacional José Martí, a las 16:19 horas locales en una tarde nublada y lluviosa en La Habana, después de dos horas y media de vuelo desde Washington.
Fue recibido al pie de la escalerilla por el Canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla, y también, Josefina Vidal, la directora general de Estados Unidos, en el Ministerio de Exteriores, entre otros funcionarios cubanos y estadounidenses acreditados acá.
La visita del gobernante a Cuba es la primera de un mandatario de EE.UU. en casi 90 años, después que Calvin Coolidge asistiera a la Sexta Conferencia Anual Internacional de Estados Americanos, celebrada en La Habana en enero de 1928 bajo los auspicios del dictador Gerardo Machado.
El avión Air Force One despegó desde la Base Andrews de la Fuerza Aérea, a las afueras de Washington, a las 13:30 pm, hora local (la misma en Cuba), según The New York Times. En el Boeing 747-200 viaja además de la comitiva oficial, la esposa del mandatario Michelle, sus hijas Sasha y Malia, y su suegra, Marian Robinson.
De acuerdo con el programa, del aeropuerto habanero situado en la avenida Rancho Boyeros parte a un encuentro con los funcionarios de la Embajada de Estados Unidos en Cuba, y posteriormente hará un recorrido por el centro histórico de la capital, un área patrimonial y uno de los proyectos de restauración y de mejoramiento de la calidad de vida de la población más exitosos de la isla.
De acuerdo con declaraciones de la Casa Blanca, confirmado por el Canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla, el Presidente estadounidense sostendrá el lunes un encuentro oficial con el líder cubano Raúl Castro en el histórico Palacio de la Revolución, después de lo cual los dos harán declaraciones a los medios de comunicación.
En la tarde, Obama participará en el Foro de Negocios Cuba-EEUU con líderes empresariales de ambos países, y en la noche asistirá a una cena de Estado en el Palacio de la Revolución. El martes dará un discurso en el Gran Teatro de La Habana "Alicia Alonso", y antes de partir a Buenos Aires para continuar su gira latinoamericana, asistirá un juego de exhibición entre una selección del equipo nacional de béisbol y el Tampa Bay Rays.
Crónicas de una visita (I)
Por Javier Salado (de nuestra corresponsalía en Cuba)
EL DIA D MENOS 1
La llegada del "visitante" como le han denominado los jóvenes cubanos de la calle al presidente de Estados Unidos Barak Obama, está programada para la tarde de mañana domingo. Todo está listo, la prensa preparada, el recibimiento oficial organizado y anunciada la visita al casco histórico de La Habana.
Pero un día antes hay mucho más que eso. La Cuba de Fidel y de la resistencia por 57 años ha enviado claros y fuertes mensajes al gobierno norteamericano, al pueblo de Estados Unidos, a los países de América Latina y el Caribe y de otros confines, a amigos, adversarios y a quienes dudan de la capacidad del pueblo de la pequeña isla de no solo enfrentar los nuevos retos con dignidad, sino una vez más salir vencedor, ahora ante nuevos tipos de agresiones e intenciones en la línea del "soft obamense", pero con similar objetivo: barrer de la faz del planeta los sueños de los cubanos de ser independientes y soberanos.
El primero de esos mensajes fue la declaración del gobierno cubano de respaldo y solidaridad con la Venezuela Bolivariana rechazando la renovación de la Orden Ejecutiva que califica a Venezuela como una amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional de Estados Unidos, renovación que Cuba considera injustificada, arbitraria y agresiva a la vez que exige su eliminación.
Por si fuera poco, en conferencia de prensa, el canciller cubano Bruno Rodríguez en vísperas de la visita de Obama, ratificó que Cuba no renunciará a uno solo de sus principios, a la vez que dejó bien establecida la posición de Cuba en las negociaciones bilaterales, así como la seguridad de que el visitante será acogido con la hospitalidad característica del pueblo cubano.
Pero para ratificar la postura de Cuba, la diplomacia y la dirigencia de la isla han ejecutado una elegante y definitoria jugada política: apenas dos días antes del arribo del "visitante", fue recibido con los máximos honores el presidente de la República Bolivariana de Venezuela Nicolás Maduro, fue condecorado con la más alta distinción cubana, la Orden José Martí, firmados entre ambos países importantes acuerdos políticos, económicos y de colaboración. Cuba deja así bien definida su posición de respaldo y apoyo a Maduro y al Chavismo. Este mensaje es especialmente importante para la izquierda latinoamericana, la Revolución Cubana se modifica, perfecciona, se adapta a las nuevas circunstancias, pero sigue siendo la misma fortaleza y el mismo faro.
Mientras preparamos esta primera crónica, rodeados de periodistas de todas partes del mundo en el Centro de Prensa montado para cubrir la llegada del "visitante", puedo escuchar los más diversos comentarios, casi todos dirigidos a encontrar al menos una pequeña concesión realizada por Cuba, esa que por más que busquen no encontraran por una simple razón: no existe.
CRONICAS DE UNA VISITA (II)
Una ciudad en tranquila espera.
Sábado en la noche, terminamos una larga jornada en el Centro de Prensa montado en el hotel Habana Libre, varios colegas de la prensa alternativa y de izquierda nos reunimos a tomar un café y caminar por las calles de esta ciudad tan tranquila siempre y hoy especialmente sosegada, al menos en apariencia y en lo que corresponde al pueblo sencillo.
Los enamorados de siempre se besan en el famoso Malecón habanero, arrullados a la luz de una luna de postal; en el bar restaurante "de los artistas" donde su mojito puede llevárselo a la mesa el galán de la telenovela cubana de moda, debaten sobre política cultural y la última obra de un afamado y controvertido escritor criollo; en la panadería cercana noctámbulos y amantes del pan acabado de hornear hacen sus compras; en fin, el pueblo cubano con su cotidianidad, seguridad de vida y buen humor esperan un acontecimiento histórico por lo inverosímil hace apenas 15 años, el presidente de Estados Unidos visita a Cuba.
Minutos más tarde, mientras atacamos con entusiasmo un delicioso arroz congrí acompañado de carne de cerdo a la plancha, plátanos verdes "chatinos" y una lasaña de berenjena con sabor a manjar de dioses, la conversación derivó al evidente contraste existente entre el nerviosismo, tensión y medidas adoptadas por el Servicio Secreto norteamericano- con unos calculados 1 200 agentes en la ciudad- y la realidad del país y de esta apacible ciudad. "De verdad ellos creen están en territorio hostil, o es que ven demasiadas series de TV al estilo 24 horas" nos dice un colega libanés. "No conocen de verdad a Cuba, se creen todas las mentiras que vienen diciendo y publicando en estos 57 años" ratifica un querido fotógrafo uruguayo. "Bueno, allá ellos, ya los veremos regresar como turistas para disfrutar de nuestras playas, fumar habanos y poder caminar por la madrugada con el único peligro de pescar un resfriado", acotó un jovencísimo periodista cubano.
Y así es en realidad, el pueblo sigue con sus actividades normales, mientras se informa de la visita y con la experiencia de muchos años de enfrentamiento, la natural hospitalidad del cubano que se muestra cauteloso de lo que podrá representar en la práctica esta visita. "Bienvenido, le brindamos una tacita de café, le escuchamos y ojalá aprenda sobre Cuba y los cubanos, mientras tanto miramos sonrientes y a la espera de que hace y hará; ellos mismos nos han obligado a dudar de su honestidad y honradez. Mientras, no confío ni tantico así en el imperialismo". Le aseguró a Resumen Latinoamericano una veterana combatiente, profesora y doctora en sicología.
CRONICAS DE LA VISITA (III)
Día D Hora 0
El presidente de los Estados Unidos de América, Barak Obama llegó a Cuba. Ya es una realidad, dejó de ser un anuncio. Fue recibido por el canciller Bruno Rodriguez Padilla, la directora general de América del Norte del Minrex cubano, Josefina Vidal y otros funcionarios incluyendo representantes de la embajada norteamericana en La Habana.
De inmediato se dirigió a un paseo por la Habana Colonial, o Habana Vieja como es conocida, que presumiblemente sea corto por la pertinaz lluvia que apareció junto al Air Force One. Ahora comienza un apretado plan de visita.
La prensa acreditada comenzó a cuestionarse porque no fue recibido por el presidente Raúl Castro. La respuesta es muy sencilla, el protocolo cubano establece que a la llegada en el aeropuerto de un mandatario extranjero, acude a recibirlo un viceministro de relaciones exteriores o un ministro, principalmente el canciller o un vicepresidente. Sólo en muy pocas ocasiones y sobre todo en el caso de dignatarios especialmente cercanos a la Revolución es recibido por el presidente cubano o uno de sus vicepresidentes. Tal fue el caso de la bienvenida al presidente venezolano Nicolás Maduro hace pocas horas.
Cuba organizó un excelente recibimiento, respetuoso y amistoso, sin fanfarrias ni oropeles. Al presidente estadounidense se le vio animoso y cordial con los representantes cubanos. El mejor de los escenarios posibles es que mantenga esa buena voluntad en las conversaciones oficiales y se olvide de la fuerza económica, el tamaño y el poder militar del país que dirige, manteniendo una posición respetuosa, de igual a igual, de un país vecino a otro con intereses comunes pero una muy conflictiva historia común.
Barak Obama es un hombre inteligente, y sabe perfectamente que el cambio de la política hacia Cuba y lo que eso significa para América Latina, ha sido uno de sus principales éxitos en sus dos mandatos. Por eso mismo, debe saber que en Cuba encontrará respeto, pero se le exigirá en esa misma medida. Todos confiamos en que esta visita ayude a mejorar el antagonismo existente. Pero nadie se llame a engaño, en nuestra opinión, habrá mejoría en las relaciones bilaterales si todo transcurre sobre el carril del respeto y la soberanía, pero nunca existirán relaciones normales por dos razones: una son muy recientes y muy profundas las heridas en la memoria y en la vida de los cubanos causadas por las agresiones y violencia recibidas por parte de EEUU; y dos, sencillamente Estados Unidos no tiene relaciones normales con ningún país del mundo, ni siquiera sus más cercanos aliados.
Desde La Habana, para RESUMEN LATINOAMERICANO
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Los Comités de Defensa de la Revolución, nacidos el 28 de septiembre de 1960 como respuesta del pueblo cubano al terrorismo de Estado promovido desde entonces por el gobierno de Estados Unidos contra la Isla, asumen con respeto y hospitalidad la visita a Cuba del Presidente norteamericano Barack Obama.
Al agrupar en su seno, de forma voluntaria, a más de ocho millones de compatriotas, el 91 % de la población mayor de 14 años, somos dentro de la sociedad civil cubana la organización más masiva, eje de solidaridad, cooperación y ayuda mutua entre vecinos, es decir fomentamos la unidad del barrio, de mujeres, hombres, ancianos, estudiantes, trabajadores, campesinos, profesionales, intelectuales, jubilados o amas de casa, sin distinguir sexo, raza o religión.
Estamos estructurados en todo el país, y los CDR se constituyen partiendo del lugar de residencia, en las ciudades por cuadras o edificios multifamiliares y en el campo a partir de viviendas (caseríos, bateyes). Hoy contamos con alrededor de 136 000 CDR, y los dirigentes de base asumen esta responsabilidad de forma totalmente voluntaria.
Vale destacar que como parte de su fortalecimiento, hoy se prioriza la participación de los jóvenes en las tareas de la organización, con lo cual le impregnan frescura y espíritu renovador a cuantas misiones les sean encomendados. El 42 % de sus dirigentes de base son menores de 40 años.
"Si del Quijote, la obra más famosa de la literatura española, su autor, Cervantes, dijo que se engendró en una cárcel, donde toda incomodidad tiene su asiento y todo triste ruido hace su habitación, de los Comités de Defensa podemos decir que se engendraron en la plaza pública, en medio de la lucha antimperialista, el fragor del combate y el ruido insolente de las bombas contrarrevolucionarias", expresó Fidel el 28 de septiembre de 1977 en la clausura del Primer Congreso de los CDR.
Desde su fundación hace 56 años por el líder de la Revolución, no ha habido un solo acontecimiento histórico en que los Comités no hayan participado de forma sobresaliente, para demostrar apoyo irrestricto al Partido Comunista de Cuba, a Fidel y a Raúl.
Además de movilizar a toda la sociedad en las tareas de defensa de la nación y las conquistas del socialismo, los CDR tuvieron como objetivos la participación en la Campaña Nacional de Alfabetización y las vacunaciones contra la poliomielitis y otras enfermedades.
A las tareas iniciales de la vigilancia revolucionaria contra los enemigos de este pueblo, se fueron sumando otras de interés popular como la educación, el trabajo voluntario, actividades patrióticas, la recogida de materia prima, la protección del medioambiente y la labor preventiva contra las indisciplinas sociales y conductas inadecuadas, de acuerdo con los principios y los valores propugnados por la Revolución.
En tal sentido, fomentar la solidaridad y el bienestar de la población han sido prioridades de los CDR desde su nacimiento, con énfasis en la unidad del barrio para enfrentar disímiles desafíos. Esta organización no gubernamental se autofinancia mediante la cotización de sus ocho millones de miembros.
En la actualidad su participación es decisiva para erradicar vectores transmisores de enfermedades, limpiar y embellecer barrios, escuelas y locales sociales. Además, brinda atención a la niñez y a los ancianos, y es vital su apoyo a los procesos electorales del Poder Popular, caracterizados por su transparencia, democracia y amplia y consciente participación de los millones de compatriotas con derecho a elegir, y a ser elegidos, para representar al propio pueblo en las instancias de gobierno.
En las movilizaciones populares desarrolladas por el regreso del niño Elián González y por la liberación de los Cinco Héroes prisioneros en cárceles estadounidenses, tuvo un peso fundamental el trabajo de los cederistas.
Asimismo, en estas más de cinco décadas de existencia los Comités han asumido la noble misión de las donaciones voluntarias de sangre, que ascienden a casi medio millón anualmente.
Igualmente, en el sistema de la Defensa Civil, que protege a todo el pueblo ante los diversos eventos naturales, los CDR devienen un elemento imprescindible en la salvaguarda de la población, con gestos solidarios al brindar abrigo a los vecinos más afectados, y con la movilización popular para resarcir rápidamente los daños de esos destructivos fenómenos atmosféricos.
"En los CDR tiene nuestro pueblo un combativo, entusiasta, versátil e insustituible instrumento, en el que se apoyará siempre la Revolución para todas sus tareas", dijo el compañero Fidel en 1975, al presentar el Informe Central al 1er.
Congreso del Partido Comunista de Cuba.
Todo este espíritu de resistencia es lo que ha permitido llegar hoy más convencidos y fortalecidos por lo que luchamos, y sobreponernos a los efectos del inhumano bloqueo norteamericano, principal obstáculo para el desarrollo de la economía cubana y el mejoramiento de la calidad de vida de la población.
La organización cederista ha procurado convertir al barrio en el espacio que une, fortalece y convoca a los revolucionarios y a los vecinos, a seguir construyendo y defendiendo el Socialismo. Por ello jamás renunciaremos a nuestra soberanía, independencia, historia e identidad.
Como parte de la sociedad recibiremos con la hospitalidad propia de nuestro pueblo al Presidente Barack Obama, quien podrá constatar la unidad de la familia cubana, fomentada durante más de medio siglo por los CDR, para continuar siendo útiles a la Revolución.
Secretariado Ejecutivo Nacional
de los CDR
¿Medicina cubana en Estados Unidos antes de que cierre 2016?
Aunque el bloqueo económico, financiero y comercial de Washington contra La Habana sigue en pie, instituciones de aquí y de allá golpean el muro… a pura ciencia
El Doctor Agustín Lage Dávila, director del Centro de Inmunología Molecular (CIM), declaró este domingo que científicos e instituciones de investigación cubanas y norteamericanas trabajan de conjunto para ubicar este mismo año novedosos medicamentos de la Isla al alcance de pacientes estadounidenses.
«Los pacientes nos exigen un corto plazo (para la concreción)», señaló el científico, quien añadió que para conseguir ese propósito hay contactos entre varias industrias y organizaciones, con disímiles proyectos.
El director del CIM ubicó a Cimavax, vacuna terapéutica contra el cáncer de pulmón, y a un anticuerpo monoclonal efectivo contra varios tipos de cáncer, como los rubros que, antes de que cierre el 2016, pudieran estar disponibles en hospitales de Estados Unidos.
Por otro lado, Lage Dávila afirmó, en la conferencia de prensa en el Hotel Habana Libre —donde está ubicada la sala de prensa para la cobertura de la visita oficial a Cuba del presidente norteamericano Barack Obama— que tanto instituciones de la Isla como otras del vecino norteño están en el proceso de solicitar licencias especiales al Departamento del Tesoro de Estados Unidos para el intercambio de estos productos, pero destacó la aspiración de La Habana de que llegue el momento (con el fin del bloqueo) de que tales autorizaciones políticas, más allá de las verificaciones científicas de rigor, no sean necesarias para tan noble propósito.
El director del CIM también comentó el propósito común de comenzar ensayos clínicos de productos cubanos en territorio estadounidense, para lo cual se están presentando expedientes a la Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos (Administración de Alimentos y Medicamentos). El otro paso sería, afirmó, transitar hacia la comercialización de los rubros.
Agustín Lage citó, entre los antecedentes de la colaboración, la experiencia en 2004 de trabajo conjunto con una empresa biotecnológica de San Diego, que llegó incluso a conseguir una licencia especial del Tesoro estadounidense.
Como en múltiples ramas socioeconómicas de ambas partes, el bloqueo de Estados Unidos a Cuba afecta sensiblemente el sector de la ciencia y la medicina. Aunque la probada calidad de los productos biofarmacéuticos cubanos les ha permitido alcanzar más de 30 patentes de la Oficina de Patentes de Estados Unidos, estos productos no llegan a los ciudadanos norteamericanos a causa del bloqueo, y las empresas de ese país no pueden producirlo porque las patentes son de la Isla.
El científico y directivo compartió con la prensa el potencial de colaboración bilateral, dados los grandes puntos de contacto: la estructura demográfica y causas de mortalidad de Cuba y Estados Unidos son bastante similares, lo que hace vital para ambas naciones el control de las enfermedades crónicas no trasmisibles. «Nuestros pueblos tienen mucho que aprender uno del otro», sostuvo el director.
El Centro de Inmunología Molecular, cuya línea de trabajo incluye actualmente 21 productos, ejecuta exitosos ensayos clínicos en 12 países, además de hacerlos en Cuba. Con Estados Unidos «podemos colaborar en productos que ahora están en los laboratorios», afirmó Lage. La unión de dos potencias en esta rama acortaría sensiblemente los plazos de verificación y aprobación farmacéutica en bien de los pacientes.
fuente; Juventud Rebelde
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A qué viene Obama
Por Atilio A. Boron
El punto de partida de cualquier análisis sobre la visita de Barack Obama a Cuba y Argentina es la constatación de las derrotas sufridas por el ocupante de la Casa Blanca tanto en el ámbito doméstico como en el internacional. En el primero, Obama fracasó en sus tres más ambiciosas tentativas de reforma: la financiera, la migratoria y la de salud. Para empeorar las cosas la economía no termina de recuperarse de la crisis estallada en el 2008 y la suma de la deuda pública más la de los particulares superó durante el mandato de Obama el monto del PIB de los Estados Unidos. O sea, el país debe más de lo que produce en un año.
En el ámbito internacional la suerte no le fue menos esquiva: la retirada de Irak fue más que nada un gesto demagógico, para consumo interno, que terminó sumiendo a ese país en un caos de gigantescas proporciones que al poco tiempo rebasó las fronteras iraquíes e incendió la reseca pradera del resto del Oriente Medio; el apoyo diplomático, financiero y militar a presuntos "combatientes por la libertad" en la región alimentó la hoguera del fundamentalismo jijadista y terminó por engendrar a un monstruo como el EI, que está haciendo metástasis en África y Europa, aparte del Oriente Medio. La misma Hillary Clinton reconoció esta realidad al declarar, hace poco, que "nos equivocamos en la elección de nuestros amigos". Mientras, la situación se descompone en Europa Oriental con la crisis de Ucrania, potenciada por la intervención de Estados Unidos en donde la mismísima Victoria Nuland, Secretaria de Estado Adjunta para Asuntos Euroasiáticos, asistía a las bandas de neonazis que acampaban en la Plaza Maidán y les ofrecía botellitas de agua y galletitas, azuzándolos para que tomaran el poder por asalto, cosa que hicieron poco después en medio de sangrientos episodios. La respuesta de Rusia ante la descarada ofensiva de la OTAN fue apoyar a los sectores rusófilos del este de Ucrania y en una fulminante operación militar recuperar nada menos que la península de Crimea, ante lo cual Estados Unidos y sus compinches europeos no les quedó otra que demostrar su impotencia y rumiar su frustración. Y no le va mucho mejor a Obama en el Extremo Oriente, donde en el Mar del Sur de la China, cuyo lecho submarino contiene grandes reservas de gas y petróleo disputadas por el gigante asiático y por Japón, ha puesto a estos dos países en pie de guerra.
En consecuencia, tanto en lo interno como en la arena internacional Obama es un presidente urgido por recibir buenas noticias que le permitan abandonar su cargo con algunos lauros que lo instalen en un lugar relativamente honorable en la historia. Poco probable que las obtenga en alguno de los dos frentes; pero en el internacional le queda una carta en la cual podría anotarse algunas victorias significativas. El exasperadamente lento y laborioso desmontaje del criminal bloqueo a Cuba, aún en vigor, sería uno de sus logros. De hecho, con la liberación de los tres luchadores antiterroristas cubanos que seguían presos en las cárceles del imperio envió una señal importante pero aún insuficiente. El camino por recorrer para "normalizar" de verdad la relación entre Cuba y Estados Unidos es todavía muy largo y empinado, pero con su visita a la isla –la primera de un presidente norteamericano desde el triunfo de la Revolución- sus credenciales se ven fortalecidas. Dependerá mucho de qué es lo que ofrecerá a los cubanos, en términos concretos, para comenzar a desmantelar un bloqueo que ha sido condenado unánimemente por la comunidad internacional. En momentos como estos los discursos y la retórica huérfanas de iniciativas concretas se parecen demasiado a una burla o a una maniobra demagógica. Pese a las leyes del bloqueo aprobadas por el Congreso las atribuciones presidenciales para moderar sus alcances siguen siendo significativas. Pero, hasta ahora, Obama no las ha hecho valer sino en cuentagotas. Mal se puede hablar de "normalización" de las relaciones bilaterales cuando un país persigue, hostiga y bloquea a otro, o cuando declara que el objetivo irrenunciable de la política de Washington hacia Cuba es promover "el cambio de régimen", sólo que por otros medios. La ilegalidad e inmoralidad de esta política salta a la vista. Hasta ahora esos "otros medios", supuestamente distintos al bloqueo, están por verse. En Cuba Obama tendrá también una segunda oportunidad: impulsar vigorosamente el Diálogo de Paz entre el gobierno colombiano y las FARC, doblegando las últimas resistencias que se oponen al acuerdo. Sólo el tiempo dirá si tiene las agallas suficientes como para enfrentar exitosamente ambos desafíos.
El complemento de su periplo cubano es la inesperada visita que decidió hacer a la Argentina, un gesto de apaciguamiento para los trogloditas dentro de Estados Unidos que lo han escarnecido por su decisión de visitar Cuba y también una clara retribución por los servicios prestados por el presidente Mauricio Macri al asumir, con mucha más legitimidad que Álvaro Uribe (enlodado por sus vínculos con el narcotráfico y el paramilitarismo) el papel de punta de lanza en la escalada destituyente de la Revolución Bolivariana. Como es sabido, el objetivo estratégico inmediato de Washington es doble: acabar con el chavismo y recuperar el control de Brasil. Macri puede ser una pieza valiosa para materializar estos planes al atacar al gobierno venezolano e intentar aislarlo vía su eventual exclusión del Mercosur; y al acordar con la derecha golpista brasileña en la necesidad de redefinir, en clave ultraneoliberal, al Mercosur y poner fin al "populismo petista", al paso que, ya en el plano sudamericano, se asfixia económicamente y políticamente a la UNASUR y la CELAC. Pero Obama no se conforma sólo con eso y espera todavía algo más de la Casa Rosada: un apoyo fuerte y sin reservas a la Alianza del Pacífico (tres de cuyos gobiernos fundantes son caracterizados por los analistas internacionales como "narcoestados": México, Colombia y Perú) y al Tratado Trans Pacífico, engendro de Washington para instalar un gigantesco ALCA en la Cuenca del Pacífico. Ambas iniciativas tienen un ominoso común denominador: la exclusión de China, la segunda economía del mundo o, según como se la mida, la primera. Precisamente con este país se ha producido días atrás un gravísimo incidente: el hundimiento de un pesquero chino que se había internado ilegalmente en aguas territoriales de la Argentina. China es el segundo socio comercial después de Brasil, el principal comprador de productos agrícolas de la Argentina y uno de sus socios financieros e inversionistas más importantes. Poco o nada se ha dicho hasta ahora de este suceso por parte de Beijing pero no hay duda que las relaciones entre ambos países sufrirán inéditas tensiones. Casualmente el hundimiento del pesquero tiene lugar en vísperas de la llegada de Barack Obama a la Argentina, y hay algunas razones para especular que esta súbita "mano dura" de la Prefectura argentina, excepcional habida cuenta de los numerosos pesqueros que depredan las aguas territoriales de ese país sin ser molestados, podría ser otro gesto de "buena voluntad" de la Casa Rosada para con el visitante. Una inequívoca señal de que, pese a la robustez de los vínculos económicos con China, Buenos Aires se alineará incondicionalmente con Estados Unidos en su sorda lucha con China y Rusia. No queda claro, en cambio, cuáles serían los gestos amistosos y de colaboración de Obama para con quien se ha constituido en su vocero y principal operador en el marco de la política sudamericana y que ha ido tan lejos como para demostrar su amistad ametrallando y hundiendo a un pesquero chino. Como lo recordaba el gran historiador Eric Hobsbawm estamos viviendo tiempos interesantes, tiempos de "cambios de época", con un signo político positivo, de progreso hacia un mundo mejor. Pero en la tradición china, decía Hobsbawm, si alguien quiere maldecir a otro le desea que viva "tiempos interesantes", es decir, signados por la inestabilidad y la violencia. El tiempo dirá cual de las dos versiones es la que nos espera.
Coherencia frente a coerción. Cuba - EEUU.
Por Ramón Pedregal Casanova (Resumen Latinoamericano) 20 de marzo 2016.-
Al gobierno estadounidense le debe costar encontrar palabras que no sean de coerción para decir en La Habana. El gobierno cubano y el pueblo cubano van a recibir con toda dignidad al representante del imperio, y él y quienes le acompañan saben que deben mostrar respeto, dejar atrás el monólogo inaceptable, y entrar en el diálogo de iguales.
Ahora bien, ¿cómo explicarán que va a Cuba cuando lo han prohibido al resto?.
El imperio, ¿cómo va a hacer pasar por héroe al Superman de Hollywood, rendido ante el heróico pueblo de Cuba?.
A estas alturas ¿cómo va a defender que eran y son correctas, valientes, justamente democráticas todas sus imposiciones al mundo para que siguiese, siga, el bloqueo?.
Cave la posibilidad de que a la delegación del gobierno de EEUU que aterrice en La Habana, se le vea el cartonaje. Sólo hay que esperar unas horas.
Y cambiando de escalera: ¿cómo defiende como propias de los Derechos Humanos las agresiones económicas, mercenarias, toda la coerción que ha venido gastando para doblegar al coherente pueblo cubano, cuando el mundo entero comprueva que éste no agrede a nadie?.
La soberanía cubana no se deriva de la magnanimidad de quienes han tratado de extorsionar a la isla desde hace 57 años. ¿Cómo va a explicar Obama que su segundo, Kerry, se niegue a ir a Cuba porque tiene "desacuerdos" con el héroe cubano. Kerry es otro Superman de Hollywood. La soberanía cubana deriva de su propio esfuerzo por ser independiente del imperio.
El mensaje de la dirigencia cubana no puede ser más contundente: El gobierno norteamericano tiene que respetar los derechos de Cuba. Y Obama ha declarado que nada de lo que han hecho los suyos ha servido para acabar con el pueblo cubano; sabe de la confusión en sus filas tras advertirles de su ineficacia. Como jefe político de EEUU se encuentra en el último tramo de su carrera, y quiere alguna innovación que pueda atribuirsele.
EEUU, ¿va a abandonar el afán de conquista de Cuba?. El Superman hollywoodense tiene intención de narcotizar las conciencias de clase, el espíritu de organización de lo común que busca el horizonte.
Y es que parece que EEUU, en cierta medida, es preso de la independencia de Cuba y de las convulsiones causadas por la influencia del héroe cubano. La revolución cubana ha inspirado a generaciones y generaciones de héroes en Latinoamérica y el resto del mundo. A los revolucionarios cubanos se les reconoce como líderes seguros y brillantes de la justicia social, artistas políticos de la solidaridad mundial, se les reconoce en los organismos internacionales. A cuántos nos han quitado el miedo y nos han impulsado a trabajar por los cambios que den independencia y poder a los pueblos. Somos los mismos a los que el imperio había conseguido hacer sumisos, también somos aquellos a quienes había amedrentado, somos, éramos, el conjunto al que borraba la conciencia colectiva cada vez que le mirábamos de frente, y somos hoy los que conocen el carácter de su enemigo, y se organizan para hacer crecer el nuevo mundo que va a trompicones, ese al que, sólo con su ejemplo, Cuba alienta.
El momento histórico de los grandes cambios puede comenzar con la rendición de EEUU ante la fortaleza heróica que representa Cuba. Obama y todos sus consejeros estarán pensando hasta el mismo instante antes de reconocer su error: "¡mi reino por una mentira convincente en la línea telefónica!". "¡en la sala de prensa!", "¡en lo que diga públicamente!".
¿Cambia de política el gobierno de EEUU?: la presión sobre otros, el bloqueo, las fuerzas mercenarias empleadas, ... hasta ahora no han dado resultado, esa es la causa por la que busca conseguir la antigua colonia por otros medios. El Superman holywoodense se echa encima una tela imitación de piel de cordero sobre las mallas, la camiseta y la capa, aunque se le transparentan y le salen por los extremos. ¿Cambia el sistema coercitivo por la oferta consumista del nuevo coloniaje?.
En La Habana esperan a Obama el pueblo cubano y su dirección política, un cuerpo coherente, obstáculo principal que no ha podido vencer el imperio.
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La mano que tiende Cuba
Este domingo llega el presidente Barack Obama y Cuba tenderá de nuevo su mano franca, la única que tiene, serena y transparente
Ahora que todos hablan de deshielo, aquí decimos de tales témpanos como en la bella canción: «esos no son cubanos». No los pusimos ahí. Caribeñísimas como nosotros, las grandes figuras de la Patria solo legaron calor y afectos: si lucharon y luchamos —¡y mire que no nos queda mal el lance!— es porque un solo trozo de tierra amenazado es desafío a cualquiera de sus hijos. Así, un pueblo plantado entre las olas de una Isla levantó su Historia impresionante.
Este domingo llega el presidente Obama y Cuba tenderá de nuevo su mano franca, la única que tiene, serena y transparente. Si ambos queremos, podemos cambiar el mundo en dos países: mudar el cálculo de la fruta madura por la cosecha unida de otras nuevas; trocar el muro del bloqueo por una valla que frene las tormentas; dejar atrás el tiempo de «las maletas hechas» e invitar a millones a la mochila ligera que permita mirar por un par de semanas la quijotesca ínsula de la Revolución.
Al otro lado pudieran respaldar cualquier brigada —de turistas o amigos solidarios, por ejemplo—, que haga descanso en las arenas de Girón y aquí proponga en son de iguales el trueque de… confituras por compotas. Podemos cerrar las infinitas tablas del bloqueo para anotar el bello registro del comercio, y hacer del floridano Estrecho la vara que mida cuánto nos acerca en vez de ver en él pared y distancia.
Podemos… claro está, podemos si no se rasga una palma o se encierra un tocororo; si no se mancha la limpia mariposa en el pelo de Celia, ni un ruido extraño pretenda acallar nuestro Himno; si no se quita la flor de un niño al retrato del héroe más distante de nuestra geografía, y si Estrella y estrellas siguen en las dos astas el apacible ondear en su patria-bandera.
Podemos eso y más porque Cuba solo sabe querer. Nunca aprendió la enemistad —fue siempre aventajada alumna en lo contrario— y a estas alturas de su fervor climático, no tiene vocación alguna por los hielos.
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