La plaza de Elgoibar se ha llenado para recibir al líder abertzale, que ha quedado en libertad este martes después de más de seis años de cárcel.
«Estoy un poco desentrenado, pero ya le pillaré el tranquillo», ha comenzado su discurso Otegi en la plaza de Elgoibar, una vez recuperada la libertad. El líder independentista ha recordado que «no se puede hablar de situación normalizada con 400 presos en las cárceles», y ha tenido un recuerdo especial para dos compañeros que ha dejado en Logroño –el ondarrutarra Eneko Etxaburu y el iruindarra Xanti Aragón–, para Rafa Díez –el único de Bateragune que sigue en prisión– y para los hoy excarcelados Urko Labaka y Lorentxa Guimon, «dos secuestrados menos y dos activos más para nosotros».
Otegi ha subrayado que «las únicas puertas giratorias para los independentistas son las de la cárcel, no las de los consejos de administración. La casta nos mete en la cárcel, será que somos peligrosos».
En esta línea, se ha fijado como uno de los primeros retos que todo el apoyo que ha recibido a través de la campaña «Free Otegi» se centre ahora en «Free denak», para lograr la libertad de todos los represaliados. Tampoco ha faltado su homenaje a «quienes llevan treinta años haciendo la bolsa» para preparar un kilométrico viaje para visitar a sus allegados.
El líder independentista ha agradecido la presencia en el acto de gentes del PNV, el PSE y Podemos. También a quienes han llegado de tierras como Catalunya –«nos están dando una lección»– y de Andalucía o Castilla, recordando que «nuestra lucha no ha sido contra estos pueblos, sino contra las élites». Sobre quienes han saludado su salida hablando de «terrorismo», Otegi les ha recordardo la letra de esta canción de Los Chikos del Maíz.
A pesar de ser su primer día en la calle, Otegi no ha eludido referirse a la situación de la izquierda abertzale, inmersa en un proceso de debate. «Muchas cosas no han salido como queríamos. Hay gente que cree que la autocrítica es signo de debilidad, pero yo creo que es signo de madurez política. Nos debemos al pueblo, es el único juez que aceptamos, no somos nada sin este pueblo».
Por ello, ha retocado su célebre frase para invitar a «sonreír, porque vamos a pelear, y si peleamos ganaremos».
Gritos de «Presoak kalera, amnistia osoa»
El acto había arrancado con la llegada de Otegi, acompañado por sus familiares y que ha subido al tablado al son de la txalaparta y entre gritos de «Independentzia» y de «Presoak kalera, amnistia osoa».
Tras los bertsos de Xabier y Miren Amuriza, la periodista Ainhoa Lendínez, en representación de la plataforma «Arnaldo askatu, politika askatu» ha agradecido el respaldo de todas las personas que han tomado parte en los actos convocados durante estos años. Ha recordado la puesta en libertad de Guimon y ha enviado un abrazo «a todos los que están en las cárceles españolas y francesas».
A renglón seguido no han faltado, el aurresku, las flores y la entrega de una txapela; mientras que, ya tras el discurso de Otegi, la música de Fermín Muguruza ha sido la encargada de poner el broche final.
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