El Papa se pone de parte de Tsipras y dice que su postura es la "justa"
"Este camino de los préstamos y las deudas así no termina nunca" aseguró Bergoglio que espera que se tomen medidas para que no se repitan situaciones así
EFE - A bordo del avión papal
El papa Francisco consideró hoy "justa" la posición de partida del Gobierno de Alexis Tsipras en relación a la situación de Grecia, en declaraciones a la prensa en el avión en el que regresó de su viaje a Ecuador, Bolivia y Paraguay.
"Los gobernantes griegos que llevaron (al país) a esa situación de deuda internacional tienen una responsabilidad y el nuevo Gobierno griego comenzó una revisión justa", dijo el pontífice.
Se refirió a que una empresa puede declararse en bancarrota, pero un país no, a propósito de una pregunta sobre la crisis griega que contestó mientras volvía a Roma tras su viaje a Sudamérica.
Jorge Bergoglio admitió que no entiende mucho de la cuestión, pero, en respuesta a preguntas de los medios que viajaron con él, entre ellos Efe, indicó que oyó que Naciones Unidas estaba preparando un proyecto sobre la posibilidad de que un país se declarase en bancarrota, "que no es lo mismo que el default (quiebra)".
"Era un proyecto. No sé cómo ha ido, si era verdad o no. Pero, si una empresa puede hacer una declaración de bancarrota, ¿por qué un país no puede hacerlo?", se preguntó.
Para el pontífice argentino, "sería simple decir que es culpa sólo de una parte" el que se haya llegado a una situación como la de Grecia.
Francisco expresó su deseo de que finalmente se encuentre una vía para resolver la situación griega e instó a crear "un camino de vigilancia para que otros países no vuelvan a caer en el mismo problema".
"Porque este camino de los préstamos y las deudas así no termina nunca", señaló el papa, que se encontraba de viaje de vuelta a Europa mientras los líderes de los países del euro alcanzaban en Bruselas un acuerdo sobre la situación de Grecia.
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Subject: Correo SoB= GRECIA-GRÈCE Declaración, Déclaration= NO significa NO, NON c'est NON ¡Abajo el tercer memorándum de Tsipras, À bas le troisième mémorandum de Tsipras !
Date: Mon, 13 Jul 2015 18:30:34 -0300
Lunes 13/07/2015 |
Finalmente, luego de meses de infructuosas negociaciones, el gobierno griego ha capitulado en toda la línea frente a la Troika (Unión Europea + FMI + Banco Central Europeo). Desconociendo la voluntad popular expresada el 5 de julio con el masivo voto al NO frente a la propuesta de la Troika, un voto abrumadoramente masivo entre la clase trabajadora y la juventud, el gobierno de Tsipras ha aceptado un acuerdo incluso mucho peor que el que había sido rechazado en el referéndum. El acuerdo consagra todas las capitulaciones que Tsipras había ya acordado, como el aumento del IVA, la "reforma" del sistema de retiro (para que casi nadie se jubile), la "reforma del mercado laboral" (liquidación de los contratos colectivos de trabajo), etc. Si eso ya era una traición al mandato popular, a Syriza y su propio programa, el reciente acuerdo va aun más lejos. Se agrega la creación de un "fondo" al que Grecia debería transferir activos estatales por un monto de 50.000 millones de euros, con el objetivo de que sean privatizados para pagar deuda. Aunque formalmente este fondo será radicado en Grecia, estará bajo tutela estricta de la Troika, que se encargara de que el desmantelamiento del Estado (al que el nuevo memorándum agrega la privatización de la empresa estatal de electricidad) vaya directamente a los bolsillos de los usureros privados y del FMI. Si desde el punto de vista económico el acuerdo es totalmente neoliberal-salvaje (déficit cero en las pensiones, flexibilización laboral, destrucción de los restos del Estado de bienestar), desde el punto de vista político consagra prácticamente el carácter "semicolonial" de Grecia en relación a los imperialismos europeos; en primer lugar, el imperialismo alemán que hoy manda en la Unión Europea. El gobierno de Tsipras aprobará algunos puntos esenciales del acuerdo antes del miércoles, para darle "confianza" a la Troika, que recién entonces comenzará a negociar verdaderamente el programa. ¡O sea que, finalmente, todo puede ser mucho peor! El acuerdo firmado reafirma que Grecia volverá bajo la tutela del FMI, y que la Troika volverá a "trabajar en el terreno" en Grecia, es decir a controlar diariamente al gobierno griego, que será de hecho un gobierno títere. Toda la legislación ya aprobada por Syriza que iría en contra del acuerdo deberá ser derogada; toda legislación futura deberá ser aprobada por la Troika incluso antes de ser presentada al parlamento. En cuanto a la reestructuración de la deuda, el documento explicita que la insostenibilidad de la misma es responsabilidad de las políticas de los últimos meses –¡como si Grecia no hubiera llegado a la bancarrota con los anteriores gobiernos!– que Europa ya ha hecho mucho por aliviarla, y que el Eurogrupo está "listo para considerar, si es necesario, posibles medidas adicionales", que consistirían en un alargamiento de los plazos. Toda reducción o quita nominal de la deuda queda absolutamente descartada, y el gobierno griego se compromete a "honrar sus obligaciones financieras plenamente, en tiempo y forma". ¡El imperialismo alemán, que después de desatar la Segunda Guerra Mundial y ahogar en sangre a Europa, se benefició de un 50% de descuento de su deuda pública, hoy no tolera perdonar ni un euro a Grecia! Bancarrota del reformismo Se trata de la prueba irrefutable de la bancarrota del reformismo, del callejón sin salida al que la política de la dirección de Syriza, puramente parlamentaria, dentro de los límites del sistema capitalista y específicamente de la Unión Europea y del euro, ha llevado al pueblo griego. Amén de la lisa y llana traición a la voluntad popular expresada en el NO del 5 de julio, el acuerdo ha demostrado los límites insalvables del reformismo y lo ilusorio de su voluntad de "salir de la austeridad sin salir del euro". Dos conclusiones se imponen en este momento: La primera es que una política puramente institucional, que reniegue atacar las bases fundamentales de la dominación capitalista, no tiene ningún margen de maniobra en la situación económico política actual. La segunda, es que el euro ha confirmado una vez más su carácter reaccionario. Esto es así no sólo en la medida en que funciona como correa de transmisión de los intereses de los principales imperialismos europeos, encabezados por el de Alemania. Lo es también porque constituye un obstáculo en la conciencia popular a la hora de ir a un enfrentamiento más de fondo y una ruptura con el sistema. Sirve, además, de justificación a Tsipras, que sostiene que "los griegos no han votado salir del euro". Contra las grandes potencias de la Unión Europea, contra Tsipras que pretende hacer pasar el acuerdo con el argumento de que "la perspectiva del Grexit se ha dejado atrás", se impone más que nunca la necesidad de levantar claramente la alternativa de una ruptura anticapitalista con el euro, a través de la nacionalización de la banca, el comercio exterior y los sectores claves de la economía, para relanzar el país al servicio de los trabajadores y el pueblo. El hashtag #ThisIsACoup ("Esto es un golpe [de Estado]") ha inundado las redes reflejando el rechazo al chantaje de la Troika. Efectivamente, es un golpe de Estado, y además una humillación del imperialismo sobre Grecia. Pretenden "castigarla" a través del memorándum actual por haber osado contestar la política de austeridad. Y se trata de castigar no al gobierno reformista de Tsipras que ha jurado lealtad a la UE desde el principio, sino a los trabajadores griegos y sus luchas. Con eso quiere atemorizar a los trabajadores y los pueblos de la Unión Europea que se atrevan a desafiar el actual curso de liquidación de las conquistas sociales del "Estado de bienestar". Pero esto es también es un golpe de Estado de Tsipras. Desconoce la voluntad popular expresada en el NO del 5 de julio, para llevar adelante la política de la Troika, para seguir hundiendo al pueblo griego en la miseria social durante los años que resten de su gobierno. Hay que decirlo claramente: el gobierno de Tsipras se ha convertido sin ninguna duda en el nuevo gobierno de los memorándums y la austeridad. Hay que combatirlo inmediatamente, y aquellos que vienen depositando su confianza en él, incluso entre sectores de las izquierdas revolucionarias, deben sacar las conclusiones políticas honestas del proceso griego. De lo que se trata ahora es de luchar contra la aprobación de este nuevo memorándum, de enfrentarse de manera frontal al gobierno y a sus nuevos socios, los neo-liberales de To Potami, el PASOK y Nueva Democracia. La pelea en torno al referéndum dio lugar a una polarización social creciente y a la movilización de amplios sectores de la clase trabajadora y de la izquierda. La gran tarea de hoy es la de transformar la capitulación de Tsipras en combustible para la contestación y no para la desmoralización. En los últimos días, diferentes elementos han demostrado que el giro del gobierno parece dar lugar a la contestación y a la radicalización: la movilización de 15.000 personas contra el acuerdo el pasado viernes. El llamado de la Confederacion Sindical de trabajadores del estado, ADEDY, a una huelga general el miércoles, es también un enorme punto de apoyo en este sentido. Hay que poner en pie un frente único para la acción, que unifique a todos los que se oponen al nuevo acuerdo, que defienden la salida del euro, la nacionalización de la banca y una serie de medidas claves para evitar la catástrofe económica que una salida "burguesa" del euro implicaría. La primera tarea es poner en pie la lucha contra el nuevo memorándum, mediante una amplia unidad de acción que vaya desde la Plataforma de Izquierda de Syriza hasta la coalición anticapitalista Antarsya, pasando incluso por el KKE, que a pesar de su política sectaria de "abstención" de cara al referéndum posee todavía una influencia obrera no menor. Para eso es imprescindible también que la Plataforma de Izquierda de Syriza rompa de inmediato con el gobierno y llame a la movilización, abandonando su política parlamentaria centrista y su "apoyo crítico" al gobierno de Tsipras. En resumen: Los trabajadores y el pueblo griego, sus organizaciones sindicales, estudiantiles y barriales, los millones que han tomado las calles en los últimos años contra la austeridad, así como las organizaciones políticas que estén dispuestas a enfrentarse de manera intransigente al gobierno y proponer un plan alternativo, deben ponerse en pie de guerra para acabar con el nuevo memorándum y su gobierno, y abrir el camino para una salida a la crisis al servicio de los trabajadores griegos. Una salida que se inicie con la ruptura anticapitalista con el euro y el poder de los trabajadores en la perspectiva de la revolución socialista. Impulsar movilizaciones de solidaridad, en primer lugar en toda Europa La imposición a Grecia de medidas tan brutales no sólo tiene motivos económicos sino también políticos. Buscan no sólo cobrarse "deudas" de las que los trabajadores y el pueblo griego nunca vieron un centavo. También tratan de sembrar el terror en toda la Unión Europea, profundizando el genocidio social del que es víctima Grecia. "¡Si no obedecen y aceptan una 'austeridad' cada vez mayor, los vamos a tratar como a Grecia!" ¡Ese es el mensaje de la Troika para todos los pueblos de Europa! Además, ésa es hoy es una necesidad política de primer orden para la coalición de capitales imperialistas que se conoce con el nombre de "Unión Europea". Es que en muchos países de Europa van creciendo el descontento e incluso las protestas contra la interminable "austeridad", que está llevando paso a paso a una regresión social sin precedentes. Esto se expresa en nuevos fenómenos políticos, parecidos a los de Syriza, como es el caso de Podemos, en el Estado español. Esta situación exige la movilización más amplia y unitaria, en toda Europa, de los trabajadores, la juventud y los sectores populares, en apoyo a Grecia y en repudio a los genocidas de Bruselas y Berlín. ¡Defendiendo al pueblo griego, nos defendemos a nosotros mismos! ¡La austeridad genocida que les aplican, es una muestra de lo que nos espera si no los derrotamos! ¡No debemos quedarnos en "declaraciones"! Hay que demostrar en las calles de todos los países de la UE que estamos con los trabajadores y el pueblo de Grecia contra los genocidas de la Troika. ¡Unidad de acción y movilización por Grecia en toda Europa! ◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘◘
NON c'est NON : à bas le troisième mémorandum de Tsipras ! Nous devons retourner dans la rue contre cette nouvelle attaque contre les travailleurs et le peuple grec Courant International Socialisme ou Barbarie, le 13/07/2015 Finalement, après des mois de négociations infructueuses, le gouvernement grec a capitulé sur tous les fronts face à la Troika. En ignorant la volonté populaire exprimée le 5 juillet avec le vote massif pour le NON contre la proposition de la Troïka, particulièrement massif entre la classe ouvrière et la jeunesse, le gouvernement de Tsipras a accepté un accord encore pire que celui qui avait été refusée dans le référendum. L'accord consacre toutes les capitulations que le gouvernement de Tsipras avait acceptées depuis longtemps : l'augmentation de la TVA, la réforme des retraites, la réforme du marché du travail. Si ceci s'agissait déjà d'une trahison du mandat populaire à Syriza et de son propre programme, le récent accord va encore plus loin. A tout cela s'ajoute la création d'un fonds où la Grèce doit transférer les actifs de l'Etat pour un montant de € 50 milliards, afin qu'ils soient privatisés pour payer la dette. Bien que ce fonds soit finalement basé en Grèce, il sera sous contrôle strict de la Troïka, qui s'occupera de faire en sorte que le démantèlement de l'État (le nouveau mémorandum y ajoute la privatisation de l'entreprise publique d'électricité) aille directement dans les poches des créanciers. Si du point de vue économique, l'accord est entièrement néolibéral-sauvage (déficit zéro dans les retraites, flexibilité du travail, destruction des restes de l'Etat-providence) du point de vue politique il consacre le statut presque « semi-colonial » de la Grèce. Le gouvernement de Tsipras fera approuver au Parlement grec certains points essentiels de l'accord avant mercredi, pour donner « confiance » à la Troïka, qui ne commencera qu'après à négocier vraiment le programme. C'est-à-dire que le résultat final peut être encore pire ! L'accord réaffirme que la Grèce sera encore sous la tutelle du FMI, et que la Troïka sera de retour pour « travailler sur le terrain » en Grèce, c'est-à-dire pour contrôler quotidiennement le gouvernement grec, qui sera dans les faits un gouvernement marionnette. Toute la législation déjà approuvée par Syriza qui irait contre l'accord doit être abrogée ; toute législation future doit être approuvée par la Troïka, même avant d'être présentée au Parlement. Au sujet de la restructuration de la dette, le document explicite que la non-soutenabilité de celle-ci est le résultat des politiques de ces derniers mois (!), que l'Europe a déjà beaucoup fait pour soulager la dette grecque, et que l'Eurogroupe est « prêt à envisager, s'il est nécessaire, des possibles mesures supplémentaires», qui consisteraient en un allongement des délais de paiement. Toute réduction nominale de la dette est totalement exclue, et le gouvernement grec s'est engagé à « honorer ses obligations financières entièrement, en temps et en forme ». Banqueroute du réformismeC'est la preuve irréfutable de la banqueroute du réformisme, de l'impasse auquel la politique de la direction de Syriza, purement parlementaire, dans les limites du système capitaliste et plus particulièrement de l'Union européenne et l'euro, a conduit au peuple grec. Outre la trahison pure et simple de la volonté populaire exprimée le 5 juillet, l'accord a montré la limite insurmontable du réformisme et le caractère illusoire de sa volonté de « quitter l'austérité sans quitter l'euro ». Deux conclusions s'imposent en ce moment : la première est qu'une politique purement institutionnelle, qui refuse de s'attaquer aux bases fondamentales de la domination capitaliste, n'a aucune marge dans la situation politique et économique actuelle. En second lieu, que l'euro a confirmé une fois de plus soncaractère réactionnaire, non seulement dans la mesure c'est la courroie de transmission des intérêts impérialistes, mais aussi dans la mesure où il est un obstacle dans la conscience populaire quand il s'agit d'aller vers une confrontation plus profonde et vers une rupture avec le système. Il sert en outre de justification à Tsipras qui soutient que « les Grecs n'ont pas voté la sortie de l'euro ». Contre les grandes puissances de l'Union Européenne, contre Tsipras qui cherche à faire passer de l'accord du fait que « la perspective du Grexit a été abandonné » il est plus que jamais nécessaire de défendre clairement l'alternative d'une rupture anticapitaliste avec l'euro, à travers la nationalisation des banques, du commerce extérieur et des secteurs clés de l'économie, pour relancer le pays au service des travailleurs et du peuple. Le hashtag #ThisIsACoup (« c'est un coup [d'État] ») a inondé les réseaux sociaux en exprimant le refus au chantage de la Troïka. En effet, c'est un coup, une humiliation de l'impérialisme sur la Grèce, qui vise à la « punir » à travers le mémorandum actuel pour le « crime » d'avoir osé contester la politique d'austérité. Et il s'agit non pas de punir le gouvernement réformiste de Tsipras qui a prêté serment d'allégeance à l'Union européenne dès le début, mais les travailleurs grecs et leurs luttes. Mais cela aussi est un coup de la part de Tsipras, qui méconnaît la volonté populaire du 5 juillet pour mettre en œuvre la politique de la Troïka, pour enfoncer le peuple grec dans la misère sociale pour encore trois ans. Il faut le dire clairement : le gouvernement de Tsipras est devenu sans aucun doute le nouveau gouvernement des mémorandums, de l'austérité. Il faut le combattre immédiatement, et ceux ont appelé à lui faire confiance, même parmi des secteurs de la gauche révolutionnaire, doivent tirer des conclusions politiques honnêtes du processus grecque. Ce dont il s'agit maintenant est de lutter contre l'adoption de ce nouveau mémorandum, de s'affronter de manière frontale au gouvernement Tsipras et ses nouveaux partenaires, les neo-libéraux de To Potami, PASOK et Nouvelle Démocratie. La lutte autour du référendum a donné lieu à une polarisation sociale croissante et à la mobilisation d'une grande partie de la classe ouvrière et la gauche. La grande tâche d'aujourd'hui est de transformer la capitulation de Tsipras en une source de résistance et non pas de démoralisation. Dans ces derniers jours, différents éléments ont montré que la trahison du gouvernement semble donner lieu à la contestation et à la radicalisation : la mobilisation de 15 000 personnes contre l'accord de vendredi dernier, par exemple. L'appel de la Confédération Syndicale des travailleurs de l'Etat, ADEDY, a appelé à une grève générale mercredi, est aussi un immense point d'appui à cet égard. Il faut mettre en place un front uni pour l'action, qui unifie tous ceux qui s'opposent au nouvel accord, qui défendent la sortie de l'euro, la nationalisation des banques et une série de mesures clés pour prévenir la catastrophe économique qu'une sortie « bourgeoise » de l'euro signifierait. La première tâche consiste à mettre en place la lutte contre le mémorandum de Tsipras, avec une grande unité d'action qui aille de la Plateforme de Gauche de Syriza jusqu'à la coalition anicapitaliste Antarsya, en passant même par le KKE, qui malgré sa politique sectaire « d'abstention » face au référendum a une influence non négligeable dans la classe ouvrière. Pour cela il est essentiel aussi que la Plateforme de Gauche de Syriza rompe immédiatement avec le gouvernement et l'appelle à la mobilisation, en abandonnant sa politique parlementaire centriste et son « soutien critique » au gouvernement de Tsipras. Les travailleurs et le peuple grec, ses organisations syndicales, étudiantes et de quartier ; les millions de personnes qui ont envahi les rues ces dernières années contre l'austérité, ainsi que des organisations politiques qui soient prêtes à s'affronter de manière intransigeante au gouvernement et à proposer un plan alternatif, doivent se mettre sur pied de guerre pour combattre le nouveau mémorandum et de son gouvernement et ouvrir la voie à une issue à la crise au service des travailleurs grecs. Une issue qui commence par la rupture anticapitaliste avec l'euro et le pouvoir des travailleurs dans la perspective de la révolution socialiste. Impulser des mobilisations de solidarité, essentiellement dans toute l'EuropeL'imposition de telles mesures brutales à la Grèce a des raisons non seulement économiques, mais, surtout, politiques. Ils cherchent non seulement à encaisser mes « dettes » dont les travailleurs et le peuple grec n'ont jamais vu un centime. Ils essaient aussi de semer la terreur dans toute l'Union Européenne, approfondissant le génocide social dont la Grèce est la victime. « Si vous n'obéissez pas et si vous n'acceptez pas une austérité de plus en plus grande, nous allons faire avec vous ce que nous avons fait avec la Grèce! » C'est le message de la Troïka pour tous les peuples de l'Europe ! En outre, ceci est aujourd'hui une nécessité politique de premier ordre pour la coalition des capitaux impérialistes que l'on appelle « Union européenne ». Le fait est que dans de nombreux pays en Europe la colère et même les protestations contre l'interminable « austérité », qui amène à une régression sociale sans précédent, grandissent tous les jours. Cela s'exprime dans des nouveaux phénomènes politiques, semblables à Syriza, comme c'est le cas de Podemos dans l'État espagnol. Cette situation nécessite la mobilisation la plus large et unitaire dans toute l'Europe, des travailleurs, des jeunes et des secteurs populaires, en soutien à la Grèce et contre les genocides de Bruxelles et de Berlin. En défendant au peuple grec, nous nous défendons nous-mêmes ! Nous ne devons pas en rester à des « déclarations » ! Il faut démontrer dans les rues du continent que nous sommes avec les travailleurs et le peuple de la Grèce contre le génocide de la Troïka. Unité d'action et mobilisation pour la Grèce dans toute l'Europe ! YA SALIO – REVISTA SOB N° 29
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