miércoles, 29 de julio de 2015

FW: Don Porfirio.............

Que esté en los mas  apretado infiernos, digo , si es que el Infierno existe, ya el papa dijo que es solo un mito...     Ese maldito dictador provocó varias masacres y una dictadura sangrienta que duró mas de 30 años, Por lo visto , adoras a ese chacal..por eso defiendes tanto a los Videla de Argentina, a Carlos Menem, a Pinochet , a Victoriano Huerta,  y no dudo que tambien adores a Hitler Franco y Musolini, nos costó mas de un millón de vidas  deshacernos de ese chacal,  que tanto amaba a México,  que solo  se la pasaba diciendo : MATALOS EN CALIENTE.   Nunca olvidaremos RIO BLANCO, CANANEA, TOMOCHIC, EL YAQUI.

Cuando viví en Vicam en los setentas, conocí a anciaqnos yaquis que me contaron horrores ordenados por ese maldito chacal caminé a pie la sierra del BACATETE, vi las trincheras, vi la tumba de TETABIATE.... EN LOS 90S  EN MORELOS  TODAVIA ME TOCÓ HABLAR CON ANCIANOS QUE FUERON PEONES EN HACIENDAS,  LO MISMO QUEPLATICAR CON ALGUNOS QUE ANDUVIERON CON ZAPATA., TERRIBLES DESPOJOS, FUSILAMIENTOS, AZOTES, VIOLACIONES A LAS HIJAS Y MUJERES DE LOS PEONES ACASILLADOS, ALGO PARECIDO A LO DE SAN QUINTIN.

No se castigó a nadie: Ramón Corral y los artífices del genocidio yaqui murieron en sus camas, y, como los genocidas de apaches Bernardo Reyes y Luis Terrazas, eran consentidos de Porfirio Díaz. Y si se castigó a Victoriano Huerta no fue por su participación en el genocidio de mayas y zapatistas. Genocidios o matanzas posteriores quedan en la misma impunidad: Díaz Ordaz murió en cama, y quien era secretario de Gobernación cuando las matanzas de Acteal y Aguas Blancas es ahora secretario de Educación Pública y se le insta (y parece que por sus ganas no queda) a repetir semejantes acciones contra los maestros disidentes a quienes el régimen jamás escuchó, como sus predecesores jamás escucharon a apaches, yaquis, mayas ni chinos.

Aunque no hubiera leido nada solbre la histeria de este nefasto personaje, mebastaria la informacion que recopile durante los años que vivó en Vicam, Bacum, el bacatete, etc.  para despreciar a ese peersonajwe que tanto admiras...te siguea portando mal inge.


HICIERON MAL EN DEJARLO IR...DEBIERON HABERLO PASADO POR LAS ARMASA ESE CABRÓN.




Date: Sun, 5 Jul 2015 17:53:02 +0000
To: eljuglardeloscaminos48@hotmail.com
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Subject: Don Porfirio.............
From: rjalonso@terra.com.mx

  Para sus contactos mi estimado Don Andrés.

La renuncia de Porfirio Díaz (25 de mayo de 1911) contiene estas graves palabras: "Espero... que calmadas las pasiones que acompañan a toda revolución, un estudio más concienzudo y comprobado haga surgir en la conciencia nacional un juicio correcto que me permita morir llevando en el fondo de mi alma una justa correspondencia de la estimación que en toda mi vida he consagrado y consagraré a mis compatriotas". A 100 años de su muerte, ese estudio "concienzudo y comprobado" está por escribirse.

Comencemos por los números económicos. Según Cosío Villegas ("Historia Moderna de México") fueron sobresalientes. Si se tiene en mente el retraso de siglos que acarreábamos con respecto a los países occidentales, no puede menos que admirarse el progreso que se alcanzó con Díaz. La agricultura comercial, la minería y la industria crecieron a tasas envidiables. La inversión extranjera fluía de manera productiva.

Díaz veló por conservar un equilibrio (en cuantía, en áreas de inversión) entre los norteamericanos y los europeos. Se construyeron 18 mil kilómetros de vías férreas, se tendió la red de telégrafos, se estableció un expedito sistema de correos, se crearon nuevas ciudades y puertos, se equilibraron los presupuestos, se consolidó la antigua deuda externa, se acreditó al País en los mercados financieros. Al mismo tiempo, contra el dogma liberal puro, se avanzó en la nacionalización de los ferrocarriles.

Muchos de los problemas sociales de México (como el régimen de servidumbre que se vivía en algunas haciendas) provenían de tiempos coloniales. Otros se agudizaron durante la era liberal. Si Porfirio Díaz fue insensible a la desigualdad, comparte la responsabilidad con su época.

El Porfiriato practicó un cierto abstencionismo del Estado en cuanto a los problemas sociales, pero no dejó de preocuparse activamente por la salud, la prevención de enfermedades y la educación. Detrás de cada nombre en la Colonia de los Doctores hay una hazaña olvidada de beneficio social.

Por lo demás, del propio progreso porfiriano surgió una nueva y nutrida clase obrera y una clase media reducida, pero pujante. Hombre del siglo 19 al fin, Porfirio no comprendió las demandas de justicia y participación de esos grupos emergentes.

El Ateneo de la Juventud pregonó la idea del Porfiriato como una era cultural estéril, extranjerista e inauténtica. No es exacta. Por una parte, hubo un impulso nacionalista en las artes y las letras. Y la corriente cosmopolita fue más fértil de lo que se supone.

La filosofía positivista, por ejemplo, tuvo exponentes notables por su claridad y rigor (la "Lógica" de Porfirio Parra). Los planes educativos de Sierra y Rébsamen, las generaciones preparatorianas, las leyes y los códigos civiles, no pocas hazañas de la arquitectura y la ingeniería, la Revista Azul y la Moderna, la propia Universidad, los primeros trabajos arqueológicos, son creaciones del Porfiriato.

En términos políticos, la reprobación que Madero hizo del régimen en 1908 se sostiene plenamente. Aunque con matices de tiempos y lugares, Díaz gobernó el País como una monarquía con ropajes republicanos (frase de Justo Sierra).

En 1904 o 1908 debió abrir paso a Bernardo Reyes y la nueva generación que lo acompañaba: así, México se habría ahorrado mucha sangre y habría dado pasos hacia una modernización económica más inclusiva en lo político y más justa en lo social. Dicho lo cual, al condenar políticamente al Porfiriato, el régimen de la Revolución se condenaba a sí mismo: entronizó a un Porfirio cada seis años.

Por lo que hace a su saldo de sangre, Porfirio Díaz no fue, ni remotamente, el mayor asesino de nuestra historia. Los crímenes que refieren J. K. Turner y otros críticos (Valle Nacional, "Mátalos en caliente", Río Bravo, Tomóchic) son ciertos y deplorables, pero la medalla de oro en esa práctica no la tiene Porfirio Díaz, sino el otro Díaz de nuestra historia reciente (Ordaz), varios caudillos de la Revolución y los Presidentes sonorenses.

Frente a la matanza de chinos en Torreón, las barbaridades de Villa, los fusilamientos de todas las facciones, la Cristiada, Topilejo y Tlatelolco, Porfirio Díaz fue, casi, un alma de la caridad.

Clío TV ha preparado una serie de cinco documentales titulados "Porfirio Díaz: El Centenario". Se transmitirán a lo largo del mes en Foro TV. Intervienen decenas de historiadores de todas las corrientes. Contienen fotografías, caricaturas, pinturas e imágenes fílmicas inéditas o poco conocidas, música de la época, y un acercamiento comprensivo y plural a la vida cotidiana en aquellos tiempos.

Ojalá esos programas sirvan para acercarnos a un "juicio correcto" sobre aquel hombre proscrito de la Patria a la que sirvió y en cuyo seno, después de 100 años, merece descansar.


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