PALESTINA
La Ocupación israelí en Hebrón plasmada en imágenes
Una semana de ocupación israelí en el sur de la ciudad cisjordana de Hebrón, capturada en las fotografías de Christian Peacemaker Teams.
Fondo Hebrón (28 de febrero)
En la foto, un soldado israelí de la Brigada Golani bloquea a un niño palestino de diez años en un callejón, impidiéndole trasladarse hasta que el Fondo Hebrón terminara su gira. El Fondo Hebrón es una organización judía de derecha que busca reclamar a Hebrón en su totalidad. La gira se realizan todos los sábados ofreciendo una narrativa alternativa a la historia de Hebrón, omitiendo las ricas contribuciones culturales, económicas, religiosas y sociales que los palestinos han hecho por generaciones.
Danza interrumpida (24 de febrero)
En la foto, como parte de una serie de acciones para abrir la calle Shuhada, un grupo de niños bailó el dabke delante del Checkpoint 56. 18 soldados sobre el terreno, seis soldados en el techo y siete policías fronterizos respondieron con gases lacrimógenos y bombas de sonido.
Controles arbitrarios (25 de febrero)
En la foto, soldados israelíes patrullaron la vieja Calle Shalalah por alrededor de una hora y luego se detuvieron en Bab al Balidiyeh, donde comprobaron la identificación de unos veinte hombres palestinos he hicieron que tres de ellos levantaran sus camisetas.
Mañana Mayhem (26 de febrero)
En la foto se puede observar a los soldados israelíes dispararon más de veinte rondas de gas lacrimógeno y bombas de sonido a ocho niños en edad escolar, creando un caos para niños que a partir de los cinco años intentan recibir educación en Hebrón.
Niño arrestado (25 de febrero)
En la siguiente foto, alrededor de las 8 am del 25 de febrero de miembros enmascarados y armados de la Brigada Golani del ejército israelí irrumpieron en Al-Ibrahimi Boys School en Hebrón durante la clase, arrastrando y deteniendo a un niño palestino de 14 años. Siempre depende de la comunidad local notificar a sus padres. Como madre o padre, ¿podría usted imaginar este horror?. Vídeo
Tienda atacada (25 de febrero)
A continuación se puede observar a colonos y periodistas israelíes acercándose a la tienda Abed en la calle Shuhada en Hebrón la semana pasada. Uno de los colonos, Baruch Marzel, actualmente se está presentando para ser parte del Knesset en las próximas elecciones. Los colonos intentaron entrar por la fuerza y cuando se les dijo que no eran bienvenidos, procedieron a lanzar mercancía, rompiéndola y arruinándola. Abed fue golpeado en la cabeza, y su hijo Mohammed terminó con la mano cortada en el ataque. Vídeo
Apertura de la calle Shuhada (27 de febrero)
En la foto, un hombre palestino está frente a un soldado israelí sin usar la violencia, mientras que el soldado lo empuja durante una manifestación por la Apertura de la calle Shuhada en Hebrón. La calle Shuhada es sólo un ejemplo del sistema de apartheid de Israel. La calle está abierta exclusivamente a judíos e internacionales, mientras que para los generacionales propietarios palestinos, se les ha negado el acceso a la calle por más de 21 años. Vídeo
Sitio Web: www.cpt.org
Fuente: PHOTOS! Israeli occupation captured /PALESTINA LIBRE
La única central eléctrica de Gaza se apaga debido a la falta de combustible
La autoridad de Energía y Recursos Naturales de Gaza declaró este miércoles que la única central eléctrica de la Franja de Gaza dejó de generar energía, debido a que finalmente el suministro de combustible donado por Qatar se acabara y a los impuestos israelíes.
Niños palestinos utilizan una vela para leer durante un corte de energía en el campo de refugiados de al-Shati en la ciudad de Gaza. (Mahmud Hams / AFP / Getty Images)
La autoridad dijo en un comunicado oficial, "el principal problema que se cierre la central eléctrica es el alto costo del combustible, hasta un 137% del precio original debido a los altos impuestos".
La autoridad aseguró que están dispuestos a comprar el combustible sólo si los impuestos fueran cancelados, ya que en estos momentos el enclave sufre una catastrófica situación humanitaria en todos los lados de la vida de sus habitantes debido a los cortes de energía".
La planta requiere 550.000 litros de combustible por día para producir a plena capacidad, dice la autoridad de energía.
Incluso con la planta en funcionamiento, Gaza sufre 12 horas de cortes de energía cada día, y se espera que aumentar a 18 horas después del cierre de la planta.
Las autoridades hicieron un llamado a todos los organismos oficiales e internacionales para apoyar al pueblo de Gaza, y resolver la incapacidad de la planta de energía para proporcionar electricidad a los habitantes de Gaza, mientras que la planta de energía de Cisjordania no sufre de escasez.
La única central eléctrica de Gaza, que fue dañada, durante la última ofensiva israelí de 51 días, por los bombardeos del 28 de julio, sacándola totalmente de funcionamiento. La autoridad de energía de Gaza dijo en el momento que los daños ocasionados por el ataque podrían tardar hasta un año para ser reparados.
Fuente Palestina Libre
Restricciones de movimiento afectan la vida en Gaza, advierte ONU
Las restricciones impuestas por Israel al movimiento de personas y bienes en la Franja de Gaza afectan la vida del millón 800 mil palestinos que la habitan, advirtió hoy Naciones Unidas.
Según un reporte graficado de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), la situación es bien complicada en cuanto al acceso a recursos y servicios esenciales para sobrevivir, interrumpiendo el desarrollo de las familias y las aspiraciones de un futuro próspero.
Desde principios de la década de los 90 del anterior siglo, los palestinos sufren limitaciones de movimiento en Gaza, recrudecidas con el bloqueo israelí establecido en junio de 2007, luego de la llegada al poder del grupo de resistencia islámica Hamas.
Seis meses después del alto el fuego, las niñas y los niños de Gaza están atrapados por el trauma
Tras haber perdido a su padre y su casa durante el último conflicto, dos niñas en Gaza luchan por asimilar el pasado y mirar hacia un futuro más brillante.
Ali Hassouna lleva de la mano a sus nietas, Samar Barakat, de 11 años (izquierda) y Rosol, de 6, al lado de los restos de las torres de viviendas donde las niñas residían, en la ciudad de Beit Lahia, al norte de la Franja de Gaza, Estado de Palestina. © UNICEF/NYHQ2015-0248/El Baba
Han pasado seis meses desde que una precaria tregua terminara con otro devastador brote de violencia en Gaza. Para niños o niñas, como Samar y Rosol Barakat, las cicatrices dejadas en los 51 días de hostilidades del pasado verano están a flor de piel.
Durante el conflicto, las dos niñas, sus padres y otros tres hermanos huyeron de su piso bajo el intenso bombardeo. La familia se refugió en una escuela administrada por las Naciones Unidas. Una noche, el aula en la que dormían fue alcanzada por un proyectil de artillería. El padre murió y la madre quedó gravemente lesionada. Las dos niñas sufrieron heridas de metralla.
Hogares destruidos
Samar, de 11 años, y Rosol, de 6, no pudieron regresar a su casa, en las torres de viviendas de al-Nada, que habían sido destruidas. Se fueron a vivir con su abuelo, amontonadas junto a otras 12 personas en un diminuto y ruinoso piso de dos dormitorios en Beit Lahiya.
Los miembros de esta familia formaban parte de los 100.000 palestinos de Gaza, la mitad de ellos menores, cuyos hogares quedaron destruidos, total o parcialmente, durante el conflicto del pasado verano, y que permanecen desplazados.
"Mis hijos han perdido todo", dice Neveen, la madre de Samar y Rosol. "Ahora tengo que hacer de padre y de madre". Como consecuencia de sus heridas, Neveen padece una discapacidad y necesita ayuda para cuidar de sí misma.
Samar y Rosol siguen sufriendo un profundo pesar. Neveen está siempre a su lado, consolándolas, cuando las dos niñas luchan por hacer frente a la muerte de su padre.
Pasaron meses antes de que Rosol aceptara ponerse el uniforme y volver a la escuela. Cuando se le pregunta si le gusta su profesor, se queda inmóvil, retraída y, después de unos minutos, se echa a llorar.
"Mis hijas resultaron heridas en la escuela", dice Neveen. "Vieron a personas con piernas o manos mutiladas, con lesiones en la cara y los ojos. Vieron a su padre muerto. Para ellas, la escuela ya no es un lugar seguro".
Una ligera mejoría
Un orientador psicosocial que trabaja con el Centro Palestino para la Democracia y la Resolución del Conflicto (PCDCR en sus siglas en inglés), asociado con UNICEF, sigue la evolución de Rosol y la de su hermana mayor, Samar.
Samar ha dado algunas muestras de mejoría. Tras el conflicto tenía rabietas y rechazaba hacer la tarea. Después de varias sesiones con el orientador, se ha vuelto más tranquila.
Algunas veces Samar va con su abuelo a ver lo que queda de su antigua casa, ahora reducida a escombros. Aunque ha ido aceptando la situación, todavía le resulta difícil centrarse en los estudios y su rendimiento escolar ha disminuido.
"Para nosotras, la escuela ya no es lo mismo. Nuestro padre murió, mi madre, mis hermanos y yo resultamos heridos, y ya no tenemos casa", dice Samar.
La necesidad de una ayuda continuada
Al igual que muchos niños de Gaza, Samar y Rosol requieren ayuda, tanto psicosocial como educativa, para reanudar sus vidas. La participación de las escuelas es decisiva para ayudar a los estudiantes a superar los retos físicos y emocionales que afrontan. Por otra parte, un mínimo de 281 escuelas sufrieron daños en el enclave costero, y muchas aún tienen que ser reparadas. A esta difícil situación hay que añadir la angustia que sufren los propios profesores.
Samar y Rosol sentadas en los escalones exteriores de la casa de su abuelo en Beit Lahia, Gaza. © UNICEF/NYHQ2015-0256/El Baba
Hasta ahora, UNICEF ha ofrecido ayuda psicosocial a casi 35.000 niños y niñas y a más de 7.000 cuidadores, además de conocimientos para afrontar situaciones difíciles a 12.000 profesores de escuelas públicas. UNICEF también ayuda a reparar escuelas públicas y suministra uniformes y zapatos a los niños, tras una campaña inicial de "vuelta a la escuela" en septiembre en la que se ayudó a 230.000 niñas y niños con material escolar. Estos esfuerzos han contribuido a mejorar las vidas de los estudiantes, pero la situación sigue siendo precaria.
"En Gaza no hay futuro para nadie, sean hombres, mujeres o niños", dice Ali, el padre de Neveen. "Se han hecho muchas promesas para la reconstrucción de Gaza. Confiamos en que por fin se cumplan y mi hija pueda recibir tratamiento y recobrarse de sus heridas, así como que las personas que perdieron como ella sus hogares tengan un lugar donde habitar y una vida mejor.
Mis nietos merecen llevar una buena vida", dice. "Igual que todos los niños del mundo".
Fuente: Catherine Weibel, UNICEF
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