Mi nombre es Gustavo Huchín Cauich y soy apicultor maya del municipio de Hopelchén en el estado de Campeche. Estoy muy preocupado porque en los próximos días la Suprema Corte va a decidir si autorizar o no a Monsanto la siembra de soya transgénica en mi comunidad. Si esto sucede, puede acabar con nuestro modo de vida y nuestro sustento. Hace apenas 18 meses, hombres y mujeres apicultoras de la Península de Yucatán logramos una histórica victoria sobre Monsanto y su aliada SAGAPA cuando jueces federales nos otorgaron la razón, cancelando el permiso para la siembra de soya transgénica en nuestro territorio. Sin embargo, la empresa y el gobierno federal, impugnaron este fallo, y el proceso legal fue atraído por la Suprema Corte de Justicia de la Nación la cual va a resolver definitivamente en los próximos días. La siembra de soya transgénica afecta la apicultura, una práctica histórica y tradicional del pueblo maya y viola el derecho a un medioambiente sano, por el uso excesivo de plaguicidas y la deforestación que implica. Actualmente ya son miles de hectáreas de selva que han sido deforestadas para establecer este cultivo. Nuestra selva, que es la última del país. Además, la siembra de soya transgénica requiere del uso de un herbicida llamado Glifosato, clasificado en 2015 como probablemente cancerígeno por la Organización Mundial de la Salud, además de ser dañino para las abejas y fuente de contaminación del subsuelo. En este año, hemos sido testigos de cómo los productores de soya, en su mayoría grandes agroempresarios ajenos a la región, han aumentado las fumigaciones de plaguicidas con avioneta, poniendo en gran riesgo la salud de la población y de las abejas, que son nuestra principal fuente de ingresos. Ayúdanos con tu firma y difundiendo esta petición para que la SCJN cancele definitivamente los permisos que SAGARPA otorgó a Monsanto para siembra de soya transgénica, que podrían terminar con nuestro modo de vida. |
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