jueves, 12 de febrero de 2015

RE: A ver en qué terminan....

   No es el sindicato el que paga, tampoco la Ceteg, ni la seccion 22....   En Michoacán comentan que la Tuta sigue en la nómina, pero no es la sección XVIII quien lo tiene ahi, es la SEP.        Con 12 años de nefasto gobierno panista el SNTE en manos de Elba Esther Gordillo ,  el SNTE  daba la impresión de ser quien controlaba eso de los pagos,
elba Esther  tenia decenas de miles de aviadores solapadospor Calderón  y antes por gobiernos priistas desde Carlos Salinas que fué quien mas impulsó a esa harpia, aun mas que Fox y Calderón....En ese entonces, ella les proporcionaba a presidentes priistas y panistas decenas de miles de " expontaneos aplaudidores"   De seguro ni tu ni  tu admirado 
Leo Zuckermann denunciaron eso.... yo si.        Una de las broncas de los pagos centralizados, es que a los nuevos maestros que ingresan al servicio, les retienen el pago por varios meses, son muchos millones de pesos que son jineteados en ese inter.  Pero es es lo mismo en todas las instituciones

YA NO LEAS EL NORTE INGE, NI VEAS TELEVISA.

Date: Thu, 12 Feb 2015 15:58:18 +0000
Subject: A ver en qué terminan....
To: eljuglardeloscaminos48@hotmail.com; cppna@hotmail.com; redesbc@hotmail.com; silwybo@yahoo.com
From: rjalonso@terra.com.mx

  


El gobierno sabía lo que vendría

Dinero es poder y lo que hizo la Federación al centralizar la nómina fue quitarle ese poder a la Sección 22. Lo mismo a los señores de la CETEG.

11/02/2015

Celebré —y sigo celebrando— la decisión del gobierno federal de centralizar el pago de la nómina de los maestros. Era insostenible que el Estado siguiera pagando miles de millones de pesos sin control alguno. Era increíble que en pleno siglo XXI no supiéramos cuántos maestros había en la nómina. 

La opacidad encubría los desvíos, fraudes y abusos. Había que actuar: ponerle orden a la mayor partida del Presupuesto de Egresos. Sólo el gobierno federal tenía la capacidad de hacerlo. 

Los gobiernos estatales estaban en una situación asimétrica frente al poder de un sindicato nacional y siempre salían perdiendo. Había que equilibrar el poder de negociación y operación de la nómina magisterial regresándole la facultad de pagar a la Federación.

Fue en septiembre de 2013 cuando el secretario de Hacienda anunció tan importante decisión que se implementaría a partir de este año. El gobierno federal tuvo más de un año para planear la centralización. 

Y parte importante de dicha planeación es qué haría el gobierno con las secciones disidentes, las más bravas, del magisterio. Me refiero a la 22 de Oaxaca y a la CETEG de Guerrero. Desde entonces era previsible que ambos grupos se opondrían a la centralización de la nómina. ¿Por qué?

Tomemos el caso de la Sección 22 de Oaxaca. La Federación le entregaba el dinero de la nómina al gobierno del estado quien se lo depositaba al Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO). Y resulta que la 22 es la que controlaba el IEEPO. Ergo: quien pagaba la nómina era el sindicato. 

Cada año, Oaxaca recibía alrededor de 17 mil millones de pesos que la 22 manejaba a su gusto. No dudo que gran parte de este dinero se utilizara para pagar sueldos. Pero tampoco dudo que había desvíos para sufragar todo tipo de cosas que le convenían al sindicato y su liderazgo.

Dinero es poder y lo que hizo la Federación al centralizar la nómina fue quitarle ese poder a la Sección 22. Lo mismo a los señores de la CETEG. Era previsible, entonces, que se enfurecieran al haber perjudicado sus intereses. Era predecible que utilizarían todos los medios a su alcance para oponerse a tan importante decisión. 

Y así ha sido. La CETEG en Guerrero ha paralizado varios días la principal actividad económica de ese estado —el turismo en Acapulco— al bloquear la Autopista del Sol y el aeropuerto de esa ciudad. Además ha realizado todo tipo de desmanes en un estado donde no hay gobierno. 

En el caso de los oaxaqueños, pues no sólo han bloqueado de nuevo su capital sino que han hecho otro peregrinaje a la Ciudad de México para aquí realizar sus manifestaciones y plantones. Y mientras tanto muchas escuelas de estos dos estados están cerradas porque los maestros, en lugar de estar dando clases, andan en la protesta.

El asunto es que el gobierno federal sabía que esto pasaría y tuvo tiempo para planearlo. Espero lo hayan hecho. Espero que sepan hasta dónde van a estirar la liga con los maestros disidentes. Una cosa me queda clara: no pueden recular: ni aceptar que se vuelva a descentralizar la nómina ni que se paguen salarios a maestros inexistentes. De poco servirá la centralización si le vuelven a entregar el poder del dinero a los sindicalistas.

Más aun, si el gobierno flexibiliza sus criterios de pago con los disidentes, pues le dará un fuerte golpe a la otra parte del sindicato magisterial, la mayoritaria, la del SNTE, que sí ha aceptado el cambio. El mensaje será que vale más la pena ser disidente que leal: que deja mejores dividendos el movilizarse que dar clases.

Con respecto a los maestros, lo que está en juego estos días es mucho. Se trata de una intensa lucha por el poder del dinero. Es tan importante que las negociaciones se están llevando a cabo en la Secretaría de Gobernación y no en la de Educación Pública. 

Me preocupa esto porque, una vez más, el patrón (es decir, el gobierno) está politizando un tema laboral que debería gestionarse con las autoridades educativas. Gobernación está para cuidar la estabilidad política del país. La SEP para otorgar la mejor educación posible. Son objetivos diferentes. 

Y el gobierno ha decidido darle entrada a los sindicalistas por la ventanilla de Gobernación mandando el mensaje de que las negociaciones tienen más que ver con la política que con la educación. A ver en qué terminan.

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