viernes, 21 de agosto de 2015

Nestora Salgado.

Acerca de la presa política de Guerrero, Nestora Salgado García  Guerrera de Olinalá.


¿Qué sabes tú de una tal Nestora? preguntó un compa que venía del norte, de por allá de Chicago. Una morra me habló que era de Guerrero o no sé qué, me dijo. Te contaré lo que escuche, vi e investigué ya que tan amablemente me lo pides. ¡Cocho!, dale pues a ver si es cierto.
Eran los últimos días de octubre de 2012.
"¡Secuestraron a otro chofer!" gritó un hombre que llegó corriendo al panteón donde los pobladores enterraban a otro taxista también asesinado, por no pagar la 'cuota' al crimen organizado. Algunos bebían, había encabronamiento en la mayoría porque ya habían matado en el centro del pueblo a una señora sin que la Policía Municipal o el Ministerio Público de Olinalá se pararan donde yacía muerta, además también había siete levantados y los asaltos eran cotidianos.
Hombres armados a bordo de camionetas amedrentaban a la comunidad a cualquier hora del día, siempre musicalizados por narcocorridos a todo volumen sin que nadie los detuviera.
Olinalá quiso defenderse, algunos hombres de los distintos barrios -aunque después varios se deslindaron de las acciones- arengaron a los pobladores a tomar las armas para para la situación. Hubo movilización en el lugar de los terremotos, nombre dado al asentamiento según el Códice Mendocino con el glifo "4 movimiento", pero también desorden en el proceder. Sin embargo sería una mujer, la que tenía un negocio de repartición de gas, quien comenzaría a coordinar a los habitantes para poner retenes en las entradas del pueblo, conocido por su artesanía de laca que data de tiempos prehispánicos, hasta que se formó la Policía Comunitaria de Olinalá.
"Bueno espérate vato, ¿No decían que secuestró a un funcionario del ayuntamiento y a unas morras?". No, el síndico procurador fue sorprendido queriéndose llevar una vaca parte de las evidencias de un doble asesinato, él le dijo al Ministerio Público de Huamuxtitlán que la res era suya, pero para su suerte un policía comunitario reconoció la marca de la vaca robada al cortar oreja para que no se muriera; era de su papá. Por eso fue retenido Eugenio Sánchez, yo vi una hoja del expediente de la averiguación previa DGAP/02/2002 de aquel año, en la que se menciona a él y dos personas con su mismo apellido, como partícipes de un secuestro.
¿Y de los otros casos de las personas llevadas a reeducación?, espérate, ahorita te explico… le dijo Ferrer, que llegó con un programa de alfabetización a la Montaña y que desde hacía cinco años se volvió contador de historias, de sucesos y noticias, alejado del periodismo a modo que los caciques exigen a medios locales.
Por aquella época fue aprehendido el entonces alcalde de Olinalá Manuel Sánchez Rosendo, aún preso y otras personas más por ser líder e integrantes de una banda de secuestradores. El gobierno del estado agregó al menos treinta personas más al cargo de secuestro contra Nestora Salgado García, pero es un absurdo porque esas personas fueron detenidas fuera de la jurisdicción de la Policía Comunitaria de Olinalá en otro tiempo, esas personas fueron liberadas en un operativo encabezado por el Ejército violando la autonomía de los pueblos indígenas, sus prácticas y maneras de auto organizar la seguridad y justicia.
Mira, ahí te va en chinga, "pa' que no digas que te estoy hablando a lo menso": la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias Policía Comunitaria (CRAC-PC) tiene sus antecedentes hace dieciocho años aquí en la Montaña y la Costa Chica de Guerrero, cuando los indígenas se organizaron para resguardar el camino que une a las dos regiones por la violencia y robos que existían, con el paso de los años su sistema creó su reglamento interno.
El 27 de octubre de 2012 se instalaron las barricadas en los distintos caminos del pueblo, además, los que tenían arma de fuego y valor, fueron en búsqueda de la célula del crimen enquistada en la cabecera municipal, pero pasó que alguien les dio el pitazo y sólo alcanzaron a detener a uno; en el lugar que rentaban los criminales, encontraron computadoras, teléfonos, chalecos antibalas, grabaciones de jóvenes teniendo relaciones sexuales, evidencias de crímenes que el síndico procurador Armando Patrón se llevó sin que nadie supiéramos después, qué hizo con las pruebas.
En el lugar se encontró a una joven que fue drogada, eran varias las adolescentes cooptadas por los criminales, así como jóvenes fungiendo ser halcones como vigías de la delincuencia. Las adolescentes declararon la existencia de una lista de personas candidatas a ser secuestradas, en la lista estaba la gasera Nestora Salgado García.
Una hora después de que el único presunto criminal fue detenido y llevado a la cárcel local se fugó muy fácilmente porque no estaba siendo realmente custodiado por los policías municipales. Entonces Nestora Salgado y un grupo de ciudadanos arremetió contra los policías y los despojó de una patrulla. Esa valiente mujer a bordo del vehículo llamó a los pobladores a reunirse en sus barrios y continuar con la vigilancia del pueblo ante el temor de una posible venganza del grupo del crimen organizado.
El primero de noviembre del mismo año, llegamos un reportero de Canal Diez y yo al retén del camino para Tlapa: "Buenas tardes, somos reporteros queremos informar lo que está sucediendo", presentamos credenciales y preguntaron ¿No son ustedes los que habían venido antes? "No, los otros eran de Chilpancingo" respondimos a los hombres encapuchados con paliacates para cubrir su rostro.
"¡Mmm! está bien, pero ¿qué quieren saber?", nos cuestionaron con justa razón, "cómo está la situación, si los han atendido, que están pidiendo, si temen por su vida", aclaramos. Esperamos algunos minutos y nos avisaron "Ahorita viene la señora".
Los hombres en las barricadas portaban escopetas, armas cortas y una R15, entonces llegó una mujer vestida en pantalón de mezclilla y actitud decidida. La empezamos a entrevistar y lo primero que lanzó fue "ninguna autoridad nos ha llamado, queremos la presencia de la Marina, de las autoridades federales, de un agente del ministerio público honesto".
El 16 de noviembre, el gobernador Ángel Aguirre Rivero acudió a Olinalá, se reunió con el Concejo de Supervisión y Vigilancia: "Les pido que nos sigan ayudando, lo que hicieron, más allá de la parte jurídica, es una acción loable, heroica diría yo, de cómo un pueblo cuando pretende la delincuencia acabar con su tranquilidad reacciona". Entonces se comprometió a "explorar en una serie de reformas lo legal y establecer la policía comunitaria" dijo porque "ya no hay marcha atrás para su conformación en Olinalá, cuando ya cuenta con mil 200 elementos".
Para el 25 de marzo de 2013, ni las amenazas telefónicas horas antes del evento contra Nestora Salgado para que cesara la representación de una lucha comunitaria, ni el incumplimiento del gobernador Ángel Aguirre Rivero y su mediador Sofío Ramírez Hernández de las promesas hechas, impidieron que se conformara la Policía Ciudadana de Olinalá (PCO) con más de 170 integrantes incluidas 30 mujeres.
Por las calles de Olinalá, el contingente de policías del pueblo entre mujeres y hombres, desfilaron detrás de niños que portaban carteles rechazando la discriminación de cualquier tipo, seguidos de habitantes y grupos de Policía Ciudadana y Popular de Temalacatzingo, Cualac y Huamuxtitlán que acudieron en respaldo de la PCO cuyo lema fue "Tu seguridad en nuestras manos".
El presidente municipal Eusebio González Rodríguez, se negó a recibir al Concejo Social Olinalteco el 27 de octubre y no aceptó la constitución de la nueva policía comunitaria, envió incluso el mismo día de la toma de protesta, mensajes con sus empleados, afirmando que "de ninguna manera aceptaba la PCO y pedía la cancelación de su conformación".
La PCO aseguró durante el desfile a través de un altavoz "no desconocemos a ninguna autoridad, no somos una amenaza para nadie, sino una necesidad surgida para en coadyuvancia mantener el orden y la paz en el municipio libre".
Mientras se dejaban escuchar esas palabras, el contingente encabezado por mujeres marchaba con dignidad portando camisa verde, pantalón negro y armas de calibre bajo. No pude evitar preguntarles sobre las declaraciones de Murillo Karam el entonces secretario de Gobernación Federal que pedía desarmar a los grupos de autodefensa o policías comunitarias, su respuesta fue tajante "No le estamos pidiendo permiso y seguimos firmes en nuestras decisión porque el pueblo nos apoya la lucha".
La CRAC-PC insistía en que la Marina no saliera de Olinalá y propusieron incluso, coordinarse con las fuerzas castrenses. Eran conscientes de que no tenían posición de enfrentamiento sino del beneficio de la ciudadanía, pero pidieron respeto a su autonomía, independencia avalada en documentos internacionales como Ley 701 del estado de Guerrero, así como el Convenio 169 de la OIT.
Nestora, nerviosa habló ante el público. Ya cómo presidente del Concejo advirtió a los cuerpos policiacos ciudadanos que iniciaba una responsabilidad, el uniforme era una investidura sagrada "Les pido que lo dejen en su casa cuando estén en actividades no relacionadas a las seguridad para respetar el reglamento".
Los problemas seguían y la comandanta Salgado García, ante la ausencia de Estado de Derecho, tuvo que atender los problemas derivados de una carencia de políticas públicas contra la violencia y descomposición social como el acoso escolar y sexual contra estudiantes de la secundaria, entre otros.
Agosto de 2012 fue el mes crucial: iba a ser retenido por la comunitaria el síndico procurador. Para el 14 del mes el gobierno estatal solicitó la liberación de Armando Patrón Jiménez, que fue detenido por la Policía Comunitaria luego de ser sorprendido intentando robarse una vaca. La Policía Comunitaria en respuesta exigió "respeto a la autonomía e investigación real contra el funcionario".
¿No que muy chingona?
Para el 21 de agosto, la comandanta regional alcanzó a realizar dos llamadas:
"Hola qué tal buenas tardes a toda tu audiencia, soy Nestora Salgado me encuentro en la salida de Olinalá me tiene retenida el Ejército no me han dicho con qué razón, la camioneta en la que voy le registraron hasta el cofre, le iba a echar gasolina y no me dejaron salir el Ejército en dos hummers y más militares que van llegando... no me dan la razón por la que estoy detenida me están grabando, tomando fotos..."
Fue lo que relató en vivo vía telefónica la líder comunitaria a Víctor Wences, locutor de Radio Universidad Autónoma de Guerrero, momentos antes de su detención efectuada por la tarde.
Durante su detención soldados del Ejército Mexicano destacamentados en el 93 Batallón de Infantería se portaron groseros, insultaron a Nestora quien no iba armada, la rodearon durante varios minutos "¡No que muy chingona pinche vieja mitotera!" le gritaron. Bajo ofensas y hostigamiento verbal ella al intentar realizar otra llamada telefónica se la llevaron a la camioneta de la Marina, la jalonearon diciéndole que no podía hablar. Nestora sacó de nuevo el teléfono para intentar comunicarse con un coordinador de la Policía Comunitaria de Olinalá, volvieron las amenazas e insultos, le jalaron la bolsa, la jalaron del brazo y de un empujón, la subieron a la camioneta militar.
Por las ondas hertzianas pidió auxilio "Pido ayuda a la gente, no tengo arma, pido ayuda al estado, al Movimiento Popular Guerrerense, por favor si salimos Ayotzinapa…compañeros salgamos, se me hace injusto, no tienen razones para detenerme, no me dejan salir", para entonces a Nestora Salgado García ya la tenían en las inmediaciones del Instituto Tecnológico de Olinalá, "no me han dado el nombre de quien me ha detenido, nadie da ninguna seña, el carro no es robado, estoy retenida nadie me dice porque".
Durante ese lapso de la llamada se oyen los ladridos de perros, Nestora comenta que viene llegando la Marina que no sabe de qué se trata y no sabe que pretenden hacer con ella. Reveló datos de los más de diez vehículos de militares, marinos, estatales y municipales que llegaron al lugar "Estoy a lado de la camioneta me están grabando todos mis movimientos, no llevo ni arma ni gente armada, vengo de mi casa, mi sobrino no trae arma, esto es una provocación ¿Que quieren arrestarme? no tengo miedo a nada porque no le debo nada a nadie", lanzó durante esa mítica llamada a la radio la comandanta Nestora Salgado García.
La comandanta Salgado García un día antes había acudido a Chilpancingo para una reunión con el gobernador de Guerrero a la que el mandatario no llegó.
-¿Se suspendieron las pláticas con el gobierno?
-Anoche me habló el señor Garnelo me pidió que continuara con el diálogo le dije que sí pero hasta que estuviera el gobernador porque si no van a dar respuesta no tengo que platicar solo con ellos.
-¿Cuál es la situación del síndico procurador de Olinalá detenido?
- Armando Patrón Jiménez sigue retenido, quizá le haga compañía
- Señora Nestora ¿Sabe que esto tendrá consecuencias como la que enfrenta, que la van a arrestar?
-Supongo que es lo que van a hacer todavía no lo dicen, aunque parece que están agarrando a un delincuente o alguien muy importante, peligroso… ¿Por qué hijos de la chingada no pudieron con un solo grupo?
"Gracias al público un abrazote", dijo por último Nestora Salgado a Radio Universidad un espacio abierto que garantiza la libertad de expresión, aseguró el locutor antes de mandar a corte.
Salgado García alcanzó a comunicarse con su hija para pedirle que llamara al Consulado Americano porque temía por su vida. Le quitaron después su celular y sus alhajas. La mujer de Olinalá fue trasladada de manera inmediata a la Procuraduría General de la República en Chilpancingo, en cuyo lugar ya sonaban las aspas del helicóptero que la llevaría a Acapulco; allí la tuvieron en un cuarto y a las seis de la mañana la subieron a un avión privado para trasladarla a la penal de Tepic, Nayarit, donde permanece hasta la fecha.
"¡No mames no te creo", me dijo el vato cuando terminé de contarle "sobre la tal Nestora". Le lancé la mirada de ¡no chingues ya te solté la sopa y ni aun así!, bueno mira te diré ya solo algunas cosas ya me cansé:
Un juez federal desestimó los cargos por delincuencia organizada en la modalidad de secuestro señalados contra Nestora, la justicia de Guerrero es la que permanece en la opacidad. No hay una sola prueba desahogada en el juzgado donde están radicados varios cargos contra la líder comunitaria.
De ella y de los de afuera
El encarcelamiento de Nestora Salgado primero fue retomado por el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, ahorita es el despacho Robles Gomezmont. Un grupo de diputados y diputadas federales han demandado la liberación de Nestora Salgado entre otros líderes comunitarios presos, pero las mesas se truncaron luego de que afectados interpusieron una denuncia por tráfico de influencias en su contra.
Por las claras violaciones a los derechos humanos de la líder comunitaria, se creó el Comité de Mujeres Nestora Libre en el que se encuentran personalidades solidarias con su injusto encarcelamiento como Marta Lamas y Gloria Muñoz.
Desde Estados Unidos, su esposo y la periodista Guadalupe Lizárraga, activistas en Nueva York, Chicago y otras ciudades se han manifestado innumerables veces por la liberación de Salgado García, obteniendo la atención de congresistas que han enviado una carta a John Kerry para que revise la situación de la ciudadana americana. La Clínica de Derechos de la Universidad de Seattle también promueve ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos su caso por prevalecer la impunidad y abuso de poder por el Estado Mexicano contra la defensora de derechos humanos.
Por varios años Nestora dividió su tiempo en la Montaña de Guerrero y Renton. Cuando se organizó la Policía Comunitaria ella confió en las autoridades, pidió a gritos su colaboración que nunca llegó, pero su pensar estaba más allá.
Yo conviví con ella más allá de los actos públicos. Recuerdo a Nestora como una mujer a la que le gustan las rancheras, la naturaleza, la vida del rancho; una vez nos mostró fotos de su vida en Renton rodeada de paisajes verdes, lleno de árboles. A veces no tenía la idea en español y soltaba algunas palabras en inglés.
Ella se fue cuando era adolescente a Estados Unidos huyendo de los maltratos de su primer pareja, allá en el estado de Washington trabajó para mantener a sus tres hijas, obtuvo la ciudadanía americana y conoció a su esposo José Luis Ávila. Tuvo un accidente que casi la deja paralítica y del cual aún tiene secuelas en la espalda.
Fue llevada a ser la dirigente principal de la reciente Policía Comunitaria en Olinalá sin una formación política, no tuvo la sabiduría que ya poseen otras comunidades en lucha porque no desaparezca el sistema de procuración e impartición de justicia comunitario, pero se movió por el arraigo y la indignación de lo que pasaba en su Olinalá.
A veces traía un chaleco antibalas, aretes largos pero siempre una belleza que se apreciaba lo mismo a la distancia que de cerca. Sonreía, se encabronaba, pensaba. Nestora iba a viajar el fin de semana posterior a su detención a Renton, pero estaba esperando a que Jesús Coronel el segundo al mando en la comunidad, regresara de Nueva York. Los pobladores le decían que si se iba "todo valdría madres". Nestora se sentía muy obligada y con la responsabilidad de su familia, pero también de Olinalá.
Del otro lado de la frontera, Cristian su nieto de ocho años pregunta por ella, "Es lo que más me duele" me confesó su esposo ayer.
¿What a fuck? ¿Y entonces qué pedo así namas la tienen atorada? me pregunta Lucio.
Pues sí, es presa política sin proceso penal justo, mientras el síndico procurador es exhibido en medios locales por tener problemas personales y políticos cuando ya vienen las elecciones y en Tlapa el desplazamiento del grupo delincuencial de Chilapa, ya comienza a sentirse más.




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