Date: Mon, 10 Aug 2015 16:33:04 +0000
Subject: México camina hacia el abismo
To: rjalonso@terra.com.mx
From: rjalonso@terra.com.mx
Más temprano que tarde algún gobierno mexicano se fajará los pantalones y hará una verdadera Reforma Fiscal que evite que el país siga al borde del abismo financiero.
El problema no es menor. De seguir por ese camino la deuda seguirá creciendo y llegará un momento, como el que vivimos en 1982, en que no habrá dinero para pagar.
La verdad es que la mayoría de los mexicanos no paga impuestos porque vive en la informalidad y eso significa que nunca hemos financiado el gasto del gobierno con impuestos, como lo hace la mayoría de las naciones, sino que en alguna época lo hicimos con deuda; luego, con petróleo y como ya no producimos suficiente petróleo y está muy barato, hemos regresado a la deuda como salida.
Esto se debe a que en México se recauda muy poco impuestos, apenas 10.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). Y para que se dé una idea de lo poco que es, habrá que decir que el gasto en salud, educación, seguridad y pensiones, llega a 14 por ciento del PIB.
Es decir, lo que pagamos en impuestos no alcanza ni para pagar lo básico. Si le sumamos otros gastos del gobierno, como las inversiones, los salarios de la burocracia, los subsidios, el problema se agrava.
Las grandes cuentas del país nos dicen lo siguiente: vía impuestos se recauda 10.5 por ciento del PIB; hasta hace poco, por petróleo los ingresos representaban casi cinco puntos del PIB; teníamos un déficit total de 4.5 por ciento del PIB.
Pero los precios del petróleo se cayeron y, con ello, sencillamente no hay forma de gastar lo que se gasta, a menos que se pida prestado.
Y eso hemos hecho; pero ese camino tiene un final y nunca es feliz.
La única solución real es recaudar más por impuestos y para eso habrá que hacer varias cosas:
1.- Aplicar un impuesto generalizado al consumo; es decir, un Impuesto al Valor Agregado (IVA) a todo.
2.- Aumentar la tasa del IVA, siquiera a 20 por ciento. Esta tasa de IVA se está generalizando en el mundo y es inevitable que vayamos hacia allá.
3.- Revisar exenciones y privilegios fiscales que existen en el Impuesto Sobre la Renta (ISR).
4.- Por lo pronto, no bajar las tasas del Impuesto Sobre la Renta.
Y es inevitable que vayamos hacia allá, porque sencillamente el actual estado de cosas es insostenible.
No es posible financiar el gasto publico con deuda.
No es posible bajar el gasto en la medida de los ingresos porque eso supone que no haya inversión pública y que se recorten los presupuestos de educación y salud, por ejemplo.
Es verdad que el gobierno gasta mal, pero aunque se volviera eficiente, el dinero no alcanzaría.
Los datos duros dicen con claridad que México recauda poco vía impuestos; que las tasas impositivas en el país no son elevadas y que lo que se necesita es una reforma tributaria que permita financiar al país con impuestos.
Y eso sólo se puede hacer con una IVA casi generalizado y con la eliminación de exenciones y privilegios fiscales de los que gozan muchos agentes económicos.
Por otra parte, la caída en el precio del petróleo sólo vino a agravar una situación que ya se venía complicando desde hace rato.
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