¿Cuánto cambió Bolivia con la "revolución" de Evo Morales?
Boris Miranda Especial para BBC Mundo, Bolivia
- 10 octubre 2014
Evo Morales se dio un baño de multitudes en Santa Cruz, histórico bastión opositor.
"Macaco", "dictadorzuelo" y "excelentísimo asesino": así trataban a Evo Morales hace menos de una década en Santa Cruz, en el este de Bolivia. Allí, en la misma ciudad en la que antes no podía aterrizar, el mandatario fue ovacionado esta semana por una multitud.
En aquellos años de combate y resistencia al gobierno de Morales, las personas con rasgos o atuendos indígenas evitaban pasar por la plaza principal de la ciudad. No era inusual que los grupos de choque de oposición los agarraran a palos.
Cuando se conocía que el avión presidencial se acercaba, los aeropuertos eran inmediatamente cercados para evitar que el jefe de gobierno aterrizara en la ciudad.
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Una de las opositoras, reconocida como una de las más radicales de aquel entonces, estuvo el miércoles pasado en un lugar preferencial durante el acto de cierre de campaña del partido de Morales, el Movimiento al Socialismo (MAS).
Ella se subió al carro oficialista en el último momento, olvidó cuando acusaba a Morales de narcotráfico y corrupción. Desde hace un par de semanas no se quita la gorra, gafas y camiseta con los colores del oficialismo. Se llama Jessica Echeverría y no fue la única que cambió de bando en estos años.
Las clases populares son el grueso del apoyo a Morales.
Han pasado nueve años del primer batacazo electoral de Morales, en el que consiguió un apoyo de 54%.
Empresarios, líderes cívicos, barras bravas de fútbol, modelos, deportistas y cantantes -entre muchas otras personalidades- son ahora habituales en los actos de la campaña por el tercer mandato del presidente: bailan cumbia con él y agitan banderas con su rostro.
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Por si fuera poco, el autor de la canción de la campaña "evista" de este año es el mismo que animaba a las multitudinarias asambleas en que se insultaba al mandatario entre 2006 y 2008.
En el proceso actual, considero que la bonanza económica es el leitmotiv del cambio. El gobierno aplica la máxima política de que 'el poder es para usarlo' y tiene los recursos suficientes para hacerloGerson Rivero, analista
Algo tuvo que pasar para tal giro.
La inclusión
La bonanza económica, que unos atribuyen a los buenos precios de las materias primas y otros a una eficiente gestión gubernamental, permitió al gobierno llevar una política de distribución a través de bonos (a estudiantes y madres, por ejemplo) y de concreción de obras en ciudades de todo el país.
"En el proceso actual, considero que la bonanza económica es el leit motiv del cambio. El gobierno aplica la máxima política de que 'el poder es para usarlo' y tiene los recursos suficientes para hacerlo", le comenta a BBC Mundo Gerson Rivero, periodista y analista político en Santa Cruz.
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Los cambios en el ámbito social fueron notorios: en 2008, el gobierno de Bolivia declaró que el país cumplía con el requisito de tener menos de un 4% de analfabetismo, la condición establecida por la Unesco para considerar a un territorio libre de analfabetismo.
Además, con la ayuda de médicos cubanos, se realizaron 650.000 curaciones gratuitas y operaciones de la vista.
Morales ganó en 2009 con un 64% y aspira a repetir.
La inmensa mayoría de los beneficiarios de estos programas de educación y salud han sido los sectores campesinos, indígenas y de escaso poder adquisitivo en las ciudades.
En las oficinas públicas de Bolivia ahora se ven ponchos y polleras en todos los ambientes. Desde los despachos ministeriales hasta las gendarmerías. Se masca coca en las reuniones de gabinete presidencial al igual que en las plazas de las poblaciones más alejadas del centro político boliviano.
Hace nueve años, Morales prometió "llevar a los ponchos al poder".
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