RESUMEN LATINOAMERICANO
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Diarios de Urgencia
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LA CONTRAINFORMACIÓN AL DÍA
Información, opinión y denuncia de Latinoamérica y el Tercer Mundo
30 de octubre 2014
Los 'peshmerga' iraquíes se unen a la defensa de Kobane contra el EI
Decenas de kurdos de Irak cruzan Turquía tras el permiso de Ankara para que se unan a la lucha contra los yihadistas en la ciudad siria asediada
Unos 150 miembros de los peshmerga, las fuerzas armadas de la región kurda de Irak, han cruzado hoy territorio turco hacia la ciudad siria de Kobane (Ayn el Arab, en árabe), en la frontera con Turquía que lleva seis semanas bajo el asedio de los combatientes yihadistas del llamado Estado Islámico (EI), donde está previsto que lleguen esta noche.
Un convoy de decenas de camiones militares se desplazó hoy a Turquía desde el norte de Irak, llevando a 80 peshmergas, equipados con ametralladoras, morteros, lanzagranadas y piezas de artillería, según detalló a la agencia France Presse un oficial del Gobierno Regional del Kurdistán iraquí (KRG, en inglés). Estaba previsto que otros 72 peshmergas volaran esta noche a Sanliurfa, en el sur de Turquía, y cerca del puesto fronterizo que da acceso a Kobane en el lado sirio. Las fuerzas kurdas iraquíes van a entrar en esta ciudad "en cualquier momento", según admitió esta tarde en una entrevista televisada Mevlut Cavusoglu, ministro turco de Exteriores.
El KRG se une así a la defensa de Kobane, donde las Unidades Populares de Protección (YPG, en kurdo), la milicia kurda local, resisten el avance del EI con poco más que armas ligeras y, en las últimas semanas, con el apoyo de los ataques aéreos de la coalición liderada por Estados Unidos contra los yihadistas. Estos controlan gran parte del norte de Siria y han rodeado Kobane y cortado todos sus accesos excepto desde el lado turco de la frontera.
Los peshmerga y las YPG, junto con la milicia del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, en kurdo), procedente de Turquía, ya han combatido juntos contra el EI en el norte de Irak, creando así un frente kurdo internacional contra los yihadistas.
De hecho, y desde que el avance del EI hacia Kobane provocara el desplazamiento de hasta 200.000 personas a Turquía, miles de kurdos procedentes de este país quisieron cruzar la frontera para unirse a las YPG en la defensa de Kobane. Las autoridades turcas, temiendo que se tratara de miembros del PKK, considerado terrorista por Ankara, la Unión Europea y Estados Unidos, no les permitían el paso y no han querido dar ningún apoyo militar a las YPG, a las que ven como la rama del PKK en Siria. El Gobierno turco tampoco aceptó otra petición de los kurdos en Siria, que querían que otras unidades de las YPG procedentes de otros lugares de la región pudieran cruzar territorio turco para entrar en Kobane.
Esta reticencia de Ankara, que por el momento tampoco ha permitido el uso militar de sus bases a la coalición contra el EI, provocó este mes violentas manifestaciones prokurdas y enfrentamientos entre simpatizantes del PKK y de otros grupos kurdos, en los que murieron cerca de 40 personas.
Finalmente, la semana pasada se pudo alcanzar un compromiso cuando Turquía, que sí mantiene buenas relaciones con el KRG, confirmó que permitiría a los kurdos iraquíes usar suelo turco para enviar refuerzos y armamento a Kobane.
Dos luchadores de la YPG (Unidades de Protección Popular) que fueron llevados para ser tratados a Riha (Urfa) después de ser heridos en enfrentamientos en Kobani, perdieron la vida.
Abdullah Reşit, de 27 años de edad, se había remitido al Hospital Estatal Suruç (Pirsûs) y Delil Ahmet de 25 años de edad al Hospital Estatal de Urfa Balikligol, donde han perdido la vida a pesar de todos los esfuerzos realizados para salvarlos.
Los cuerpos de los combatientes del YPG se han llevado a la Institución de Medicina Forense en Urfa, donde se realizará una autopsia antes de la entrega a Pirsûs donde serán sepultados.
La ciudad kurda de Kobani ya ha entrado en la historia. La épica resistencia contra el Estado Islámico no es sólo una muestra del espíritu indomable de los kurdos, sino que pone de manifiesto la potencialidad de la política transformadora que el Partido de la Unión Democrática (PYD), rama siria del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), está desarrollando desde hace dos años en Rojava.
La resistencia de Kobani supone ya un cambio importante en el equilibrio de poder regional –y sobre todo dentro de las fuerzas kurdas- en favor de un proyecto democrático que se basa en el "socialismo libertario" que defienden ambas organizaciones y que se plasma y desarrolla en el gobierno de Rojava (Occidente en kurdo) o Kurdistán sirio a través de un sistema de "autonomía democrática" que supone una gran descentralización –es decir, el Kurdistán iraquí pierde toda su fuerza- mediante el establecimiento de un sistema confederado basado en la autogestión de las comunas populares como órganos básicos del ejercicio de la democracia directa. Este sistema tiene una enorme potencialidad transformadora para todo el Oriente Medio y Próximo. Con todos sus defectos y limitaciones.
Esta experiencia de autogestión popular tiene unos orígenes y unos valedores: el PKK y el PYD. Pero para hablar de ellos hay que hacer un poco de historia y recordar que hasta la década de 1970 el movimiento kurdo se basaba en una combinación de autoridades tribales, religiosas y unas élites urbanas que, salvo en la breve experiencia de Mahabad y la lucha posterior en Irak, no tenían el menor interés en establecer un programa político que fuese más allá de la ayuda externa.
Es poco sabido que los kurdos sí han tenido un estado propio, durante un año, de 1945 a 1946 en lo que se conoce la República de Mahabad, situada en el noroeste de Irán. Era una zona en la que aún estaba presente el Ejército Rojo de la URSS, que ayudó a su constitución y dejó hacer por lo que en el año escaso que duró la república se estableció una política muy progresista como el uso del idioma kurdo para la administración y educación, o la constitución de un consejo que supervisaba los asuntos sociales y estatales y que se dotó de una ley que suponía una especie de reforma agraria estableciendo una misma norma para campesinos y "notables". No obstante, la URSS comenzó a distanciarse de la República de Mahabad cuando ésta se negó a formar parte del Azerbaiyán soviético y un poco tiempo después, y tras llegar con Irán a un acuerdo sobre cuestiones petrolíferas, la URSS retiró a sus tropas de ese territorio y la experiencia de Mahabad fue rápidamente derrotada por Irán. Una de las personas que impulsaron esta república fue el padre del actual presidente del Kurdistán iraquí, Mahsoud Barzani. Los Barzani son uno de los más importantes clanes kurdos y promotores del Partido Democrático del Kurdistán, surgido ese año de 1946 y que ha ido evolucionando desde una ideología comunista hasta ser hoy un partido considerado como centro-derecha y tradicionalista formando parte, a nivel internacional, de la Alianza de los Demócratas en la que se incluyen organizaciones como la Democracia Cristiana de Chile, el Frente Amplio de Uruguay, el Partido Demócrata de EEUU o el Partido Nacionalista Vasco.
Durante tres décadas fue el partido único y hegemónico, pero en 1975 sufrió una escisión por la izquierda de la que salió la Unión Patriótica del Kurdistán (que dirige el actual presidente de Irak, Jalal Talabani) y que también ha evolucionado hacia el centro-izquierda formando parte de la Internacional Socialista junto al PSOE español, el FSLN de Nicaragua, el Congreso Nacional Africano de Sudáfrica o el MPLA de Angola.
Estos partidos gobiernan el Kurdistán iraquí desde 1991, a raíz de que se impusiese a Irak la llamada "zona de exclusión aérea" tras la I Guerra del Golfo. Desde la invasión y ocupación neocolonial de Irak en 2003 es de hecho, que no de derecho, prácticamente una entidad independiente que se asienta en el petróleo, algo de turismo y agricultura. Pero, sobre todo, petróleo. El Gobierno Regional del Kurdistán ha firmado acuerdos con compañías petroleras del Reino Unido, Canadá y Noruega y está en muy buenas relaciones con Turquía, a quien suministra también petróleo, e incluso con Israel, quien ha formado militarmente a muchos peshmerga. La política económica y social que realiza es abiertamente neoliberal y la corrupción está tan extendida que en 2009 surgió un nuevo partido, el Movimiento por el Cambio, una escisión del UPK, cuya bandera fue precisamente esa, la corrupción política y económica, aunque su propuesta en este área no difiere en absoluto de la de los otros dos partidos situándose sólo en un discurso de regeneración política y no de cambio económico.
¿A qué se deben, entonces, todas estas divisiones? Pues básicamente a la estructura tribal y de clanes. A medida que se ha ido produciendo el desarrollo capitalista, las relaciones sociales feudales han perdido gran parte de su relevancia, aunque no se han destruido por completo y han mantenido diversos grados de influencia política y cultural. Una de las razones es que la división tiene que ver con el dialecto del kurdo que hablan unos y otros y su asentamiento principal y hegemonía se da en determinadas zonas en función de ese dialecto, además del vínculo a un determinado clan. Estas influencias se articulan, también, en función del carácter rentista del Gobierno Regional puesto que cada dirigente o cada ministro suele tender a favorecer acuerdos e inversiones en las zonas donde tienen apoyos y al clan al que pertenece.
Lo relevante del caso es que como consecuencia de todo ello no hay ni una sola organización de izquierda en el Kurdistán iraquí que pueda plantear un modelo diferente al de estos partidos y clanes. No obstante, en los últimos años y como consecuencia de la invasión de Irak y el ascenso del islamismo en toda la zona han aparecido varios partidos de corte islamista que están adquiriendo una presencia cada vez mayor en la sociedad, aunque por el momento no inquietan lo más mínimo a los partidos tradicionales kurdos.
El programa del PKK: un desafío a los viejos patrones
Pero dentro del movimiento kurdo sí hay una fuerza que puede hacer sombra a las fuerzas que gobiernan el Kurdistán iraquí: el PKK. Surgido en la década de 1970 en Turquía también ha evolucionado desde el marxismo-leninismo clásico a un socialismo libertario en el que predomina la ecología y el confederalismo democrático y que se traduce, por el momento, en una teoría nueva que consiste en lograr autonomías democráticas allá donde existe el pueblo kurdo –por el momento sin tocar las fronteras actuales de los diferentes estados donde están dispersos- manteniendo el ideal de construcción de una sociedad comunitaria y socialista aunque siempre mirando a las tradiciones kurdas.
Esto supone un desafío radical a los viejos patrones de la política nacionalista kurda en los que se asientan tanto el PDK como la UPK y suplantan en el imaginario de los jóvenes a las tradiciones conservadoras. Esta es una característica que define perfectamente al PKK y que vincula la causa de la liberación nacional a un proyecto político de gran alcance y en el que se puede mirar toda la región, no sólo el Kurdistán. Es una estrategia flexible e imaginativa que combina la lucha armada con una cultura política de participación popular en todos los aspectos de la vida política, social y económica. Y aquí reside su éxito. Además, a ello hay que sumar una política exterior totalmente independiente, sin alineamiento alguno como sí hacen los kurdos iraquíes y que se escenifica en su adhesión a alianzas ideológicas internacionales y, en el caso sirio, en el rechazo del PYD a formar parte de la alianza anti-Assad, de la que sí forman parte otras organizaciones kurdas sirias, en favor de una tercera vía que sería, simplificando, ni con uno ni con otros.
Con estos planteamientos es lógico que el PKK se convierta en un imán para mucha gente. En Siria, donde la atomización de organizaciones kurdas ha sido siempre sintomática del poder de los clanes y tribus y donde se asentaba el PKK hasta que en 1998 el gobierno sirio decidió cerrar los campamentos y expulsar al líder del PKK, Abdulá Ocalan -lo que le costó ser detenido por los servicios secretos turcos con la ayuda de la CIA al trasladarse a Kenia-, en 2003 se funda el Partido de la Unión Democrática (PYD) como organización hermana del PKK.
El rápido crecimiento del PYD no se debe sólo a la influencia del PKK o al arrojo militar de sus Unidades de Protección Popular (YPG), que se hicieron rápidamente con el poder en las zonas kurdas que fueron abandonadas –hay quien dice que por un acuerdo entre Al-Assad y el PYD- por el Ejército sirio en 2012, sino al proyecto político que hay detrás, esa idea de autonomía democrática que es el eje central en el que se basa el gobierno establecido en los tres cantones kurdos de Siria desde entonces.
Estos cantones son Afrin, Kobani y Cizir (o Jazira, como también se le llama) en lo que constituye el gobierno autónomo de Rojava (Occidente, en kurdo). Como dato a tener en cuenta a la hora de evaluar las razones del ataque islamista a Kobani, a principios de septiembre el PYD anunció que iba a desarrollar una "sociedad socialista perfecta" en Rojava, dando todo el poder a las asambleas populares, y que el proceso se iba a comenzar a desarrollar en Kobani.
Esta experiencia de gobierno es molesta para todo el mundo: para el Estado Islámico, para Turquía, para la llamada oposición siria y para los kurdos iraquíes. Por eso a lo que estamos asistiendo ahora es a una confluencia de todos estos actores para desarbolar y/o derrotar esta experiencia democrática.
Eso no quiere decir que haya sido ésta la razón principal por la que el Estado Islámico ha atacado Kobani, pero sí es una poderosa razón. Sobre todo, en lo que atañe a la liberación de la mujer. Estratégicamente, esta pequeña ciudad de 50.000 habitantes sólo tiene como valor el romper los cantones (es el central) de Rojava y hacerse con el control de unos 300 kilómetros de la frontera con Turquía; es decir, sus filas tendrían el campo libre para ingresar desde territorio turco, más libre aún de lo que lo han tenido hasta ahora puesto que Turquía no oculta que su objetivo estratégico es el derrocamiento de Al-Assad. El hecho de que las mujeres estén peleando de igual a igual que los hombres es un dato relevante del nivel que han alcanzado dentro de la organización y en el gobierno de Rojava (uno de cada tres cargos es mujer) y eso es, simplemente, inaceptable para el Estado Islámico.
En el caso de Turquía, Rojava es un excelente espejo en el que la izquierda turca se está mirando. De forma especial el Partido de la Paz y la Democracia (BDP), que en las elecciones municipales celebradas este año 2014 ha obtenido unos resultados sorprendentes: ha sido mayoritariamente votado en 10 provincias con porcentajes por encima del 40% en todas ellas, alcanzando el gobierno sin necesidad de pactos en muchas ciudades y gobernaciones. Esto significa que ha logrado plantear la cuestión kurda a unos niveles desconocidos hasta ahora en Turquía. Surge así una alianza tácita entre el BDP y el PKK, que sigue controlando un amplio territorio en las montañas de Qandil, muy ventajosa para el proyecto político que se está desarrollando en Rojava.
Lo mismo ocurre con los partidos kurdos iraquíes, como se ha dicho más arriba. En estas circunstancias, la resistencia de Kobani ha planteado un serio desafío tanto al PDK como a la UPK porque les pone ante el espejo y una victoria del PYD y sus milicias se va a traducir en una victoria política para las fuerzas progresistas y revolucionarias.
Los viejos clanes iraquíes se han dado cuanta de inmediato del peligro y han acudido en ayuda de Kobani tarde, un mes después del asalto por el Estado Islámico y cuando se ha constatado que la resistencia del PYD evitaba que los islamistas tomasen la ciudad, pero imponiendo condiciones. En la localidad de Duhok, el 15 de octubre se acordó tanto el envío de armas y medicinas a los resistentes de Kobani (con la colaboración de EEUU) como el traslado de un número limitado (entre 200 y 500) de peshmergas iraquíes para ayudar a los resistentes. Como es lógico, esto último sólo será posible con la colaboración de Turquía, que ponía como condición que el PYD se sumase a la coalición anti-Assad. Y hay documentos contradictorios sobre si se ha hecho o no. En uno se dice que se ha establecido una alianza con el llamado Ejército Sirio Libre y en otro se desmiente.
Sin embargo, no es esto lo más preocupante sino el acuerdo al que se llegó sobre el reparto del poder en Rojava. Hasta la agresión del Estado Islámico, los tres cantones estaban gobernados por el Consejo Supremo Kurdo, del que forman parte tanto el PYD como el Consejo Nacional Kurdo (CNK). Si el PYD es una rama del PKK, el CNK lo es del PDK y del Gobierno Regional del Kurdistán iraquí. No obstante, la correlación de fuerzas es abrumadoramente favorable al PYD, que hegemonizaba ese gobierno como queda reflejado en el anuncio de septiembre de desarrollar la sociedad socialista perfecta. Porque para el CNK cuestiones como democracia radical, igualdad de género, justicia social e incluso protección del medio ambiente suenan a comunismo. No son pocas las veces que desde el Kurdistán iraquí se han rechazado las pretensiones políticas del PKK y del PYD como "irrealizables" alegando que a lo que tiene que aspirar el Kurdistán es a "ser otro Dubai".
Se da la curiosa, o no tan curiosa, circunstancia de que el Gobierno Regional del Kurdistán iraquí no había reconocido nunca la experiencia de Rojava. Hasta ahora. El Parlamento regional lo hizo el 22 de octubre aunque también con condiciones: que se establezca un consejo de gobierno de 30 miembros en el que cada organización cuente con 12 representantes y el resto para "notables". Es decir, los kurdos iraquíes quieren poder y parar de esta forma el experimento democrático de Rojava. Esta paridad tendría que darse también en las milicias. Un dato a tener en cuenta es que los guerrilleros del PKK están en las montañas de Qandil, una zona fronteriza con Irak, y no se les permite acudir en auxilio de sus hermanos de Kobani, pero sí a los kurdos iraquíes.
Todos estos movimientos se han producido como consecuencia de la impresionante capacidad de lucha y resistencia del PYD (y del PKK) en Kobani y es evidente que la situación ya no va a volver a ser la misma. Pero está por ver si el PYD ha optado por estos movimientos tácticos debido a la situación en Kobani o son algo más estratégico. En este caso es la propia experiencia de gobierno de Rojava la que está en cuestión puesto que podría darse la circunstancia de que una victoria militar se convertiría en la derrota política de una experiencia en la que podía mirarse y reconocerse todo el Oriente, próximo y lejano.
Rojava supone el triunfo de los actores no estatales, la ruptura con el concepto del estado-nación y se contrapone de forma radical con las famosas "primaveras árabes" que, aun fracasadas, no miran más allá de los parámetros clásicos y occidentales. Rojava, con su modestia embrionaria, es un desafío al sistema capitalista. A EEUU, a la Unión Europea, a Turquía y al Gobierno Regional del Kurdistán iraquí. En un mundo caótico como en el que vivimos, ninguno de estos actores puede aceptar que sean las asambleas populares quienes tomen las decisiones sobre sus vidas.
EL PROCESO DE PAZ DESPUÉS DE KOBANE; LA DESAPARICION DEL AKP
Por Aysel Tugluk - MP de HDP por la Ciudad de Van
Antes de la visita del presidente turco Erdogan a los EE.UU. había un ambiente completamente diferente. Quienes dirigen las políticas del AKP (Partido de Justicia y Desarrollo) decidieron conspirar para sacar nuevas propuestas de la galera, y repentinamente la atmósfera política cambió. Turquía se unió a la coalición, reajustó su posición en la reestructuración de Oriente Medio y el ISIS se convertió en "una sanguinaria organización terrorista". Esta transformación rápida y superficial generó que muchos se cuestionaran cuales eran las verdaderas motivaciones. Las antiguas reglas de las ciencias políticas fueron puestas en el plano de lo cómico. Una de estas reglas fue que el Estado nunca utilizaba políticas fundamentales para generar modificaciones de manera tan rápida. Dentro de una semana, los anuncios de Joe Biden, y la siguiente disculpa, aclararon aun más ciertas cosas. Más tarde, el primer ministro turco Davutoglu anunció que se estaba preparando un proyecto de ley que autorizaría al gobierno a enviar tropas a Siria.
En realidad Turquía nunca cambió su política hacia Siria. Turquía hizo lo imposible para evitar los avances de los kurdos en Siria y estaba tratando de forzar a los kurdos a unirse a al FSA (Ejercito Libre de Siria). Al mismo tiempo, Turquía esperaba obtener un mandato de la ONU y la OTAN para invadir y ocupar el país.
Jugando con el Islam Radical
Creo que cualquiera que esté involucrado en la política de Oriente Medio debe entender verdaderamente los siguientes puntos:
1- Los grupos islamistas radicales siempre han sido utilizados por ciertas fuerzas para suprimir la oposición de izquierda y los movimientos seculares en la región.
2- En tiempos de una crisis y degradación económica y política dentro del status quo, estos grupos se han desplegado con el gran apoyo y aliento de las potencias imperialistas montar un teatro.
3- No hay mucha diferencia entre las fuerzas retrógradas de la región y estos grupos radicales en cuanto a la fe, la ideología, el lenguaje y sus objetivos políticos finales.
4- El ISIS (Estado Islámico), en lo que respecta al marco que he señalado anteriormente, ha sido empujado al terreno de juego después de años de trabajo preliminar realizado por Davutoglu y Erdogan como parte de su objetivo de convertirse en jugadores explosivos y poderosos en la región.
5- El ISIS terminaría con su papel cuando Siria esté ocupada militarmente y los cantones kurdos hayan sido aplastados y neutralizados.
6- Si ISIS no llegara a ser exitoso en su misión, entonces el AKP tendrá que comenzar a llevar a cabo el trabajo sucio inmediatamente.
7- En términos generales la máscara del AKP ha caído delante de todas las fuerzas internacionales; y el hecho de que el AKP y el ISIS tienen una agenda política ha quedado muy claro para todos.
8- Por lo tanto, la intensificación del ataque del ISIS contra Kobane, y la autorización del Parlamento turco de una invasión a Siria eran todos elementos que estaban sobre la mesa después de la visita a Nueva York. Sin embargo, las potencias mundiales claramente dijeron "sabemos lo que se traen entre manos".
¿Esta el proceso de paz llegando a su fin?
Ahora es verdaderamente el momento para que el movimiento kurdo discuta en serio ciertos temas. El AKP ya ha empezado a murmurar frases como "nosotros no tenemos que seguir con el proceso de paz". Siempre que hay una intensificación de las críticas hacia el AKP, el pueblo se pregunta confundido si el proceso de paz ha terminado. No me malentiendan, aquí no estoy hablando de poner fin al proceso de paz. Más bien, lo que estoy diciendo es que el AKP se esta autodirigiendo rapidamente para excluirse de ser un partido que encabece este el proceso. Esto es así porque a través de ISIS, el AKP ha desplegado su mayor conspiración contra el proceso. En este sentido, aquellos que están preocupados por el futuro de los acontecimientos y situaciones deben actuar con rapidez y tomar las responsabilidades.
El último proyecto de ley de autorización (de invadir Siria y Iraq) aprobada por el Parlamento ha demostrado a todos que el gobierno no va a detenerse en ninguna metodología, está dispuesto a todo. Sin embargo, con cada movimiento que el gobierno hace, sus fragilidades diplomáticas y políticas se exponen más claramente. En este sentido, todas las fuerzas kurdas tienen que reposicionarse en una manera que les impide ser implícitamente el apoyo de una línea política que ahora sólo representa los intereses reaccionarios en la región. Ahora también debemos reconocer el hecho de que el AKP es un obstáculo para el desarrollo de la democracia en Turquía y que se ha degradado la democracia a una mera táctica electoral, y una clara dictadura está emergiendo.
Tal vez no muchas personas son conscientes de esto, pero el AKP es ahora la mayor amenaza para el conjunto de Turquía. Yo no estoy hablando de ISIS vaya a atacar a Turquía. Estoy hablando de que la misma ideología y formas de vida promovidas por el ISIS está siendo inyectado en el tejido mismo de la sociedad por el AKP. Esta es la razón por la que crítica ideológica debe resurgir en Turquía. Hay una profunda lucha ideológica en curso. Y parece que no hay una plataforma para la reconciliación entre las partes.
El AKP ha desenmascarado claramente su orientación ideológica en de cara a la evolución de Kobane. Tiene la esperanza de extender su vida útil, con medidas como el proyecto de ley de autorización. Sin embargo, la extensión de una política ideológicamente redundante en su carácter reaccionario puede ser posible, pero también ¡su caída es inevitable!
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